Un hogar sobre ruedas
Marcela y Cristian eran un matrimonio muy aventurero que había recorrido todo el país en su motorhome. Habían vivido momentos inolvidables, conocido lugares maravillosos y compartido muchas risas juntos.
Pero ahora, después de tantos viajes, querían vender su motorhome para poder comprar una casa donde establecerse definitivamente. Sin embargo, les estaba resultando difícil encontrar a alguien interesado en comprarlo.
Un día, mientras pensaban en qué podrían hacer para conseguir venderlo más rápido, se les ocurrió una idea genial: ¿por qué no organizar una especie de "día de puertas abiertas" para mostrar todas las bondades del motorhome?"¡Creo que es una excelente idea!", dijo Marcela emocionada. "Sí", agregó Cristian entusiasmado.
"Podemos invitar a amigos y vecinos a tomar un café dentro del motorhome y contarles nuestras historias de viaje". Así fue como comenzaron los preparativos para el gran evento.
Limpieron cada rincón del vehículo, compraron algunas golosinas y bebidas para ofrecer a sus invitados y prepararon todo con mucho cariño. Finalmente llegó el día esperado. El sol brillaba en lo alto del cielo y la brisa fresca soplaba suavemente.
Marcela y Cristian estaban felices porque habían recibido muchas respuestas positivas de quienes habían sido invitados. Los primeros visitantes fueron sus vecinos Juan y María con sus hijos pequeños. Los niños corrieron hacia el interior del motorhome emocionados por ver cómo era por dentro.
"Miren mamá", dijo uno de ellos señalando la cama que había arriba. "¡Es como una casa en el aire!". Los adultos se sentaron a tomar un café mientras Marcela les contaba algunas de las historias más divertidas de sus viajes.
Todos escuchaban atentamente y se reían juntos. Poco después llegó la familia de los amigos de Cristian, con quienes habían compartido un viaje hace algún tiempo.
Recordaron aquellos días llenos de aventuras y risas, y todos estuvieron de acuerdo en que el motorhome era un vehículo ideal para recorrer el país. "¡Deberíamos comprarlo nosotros!", bromeó uno de ellos. Marcela y Cristian sonrieron felices al ver lo bien que estaba resultando todo. Pero aún quedaban algunos invitados por llegar...
Cuando ya casi estaba terminando el evento, apareció una pareja joven que estaba buscando precisamente un motorhome para hacer su primer gran viaje juntos. "¡Este es perfecto!", exclamó la chica emocionada mientras miraba detenidamente cada detalle del interior del vehículo.
La pareja hizo muchas preguntas sobre cómo funcionaba todo y Marcela y Cristian les respondieron con paciencia y entusiasmo. Finalmente, luego de varias horas muy amenas, todos se despidieron agradecidos por la oportunidad de conocer mejor el motorhome.
Y justo cuando pensaban que no iban a venderlo ese día... La pareja joven volvió corriendo hacia ellos con una gran sonrisa en sus rostros:"Nos encantaría comprarlo", dijeron al unísono. "¡Es justo lo que estábamos buscando!".
Marcela y Cristian se abrazaron emocionados al escuchar esas palabras. No solo habían vendido su motorhome, sino que además habían compartido momentos inolvidables con amigos y vecinos.
Y lo mejor de todo: sabían que el vehículo iba a ser utilizado por una pareja joven que estaba llena de sueños y aventuras por vivir.
Desde ese día en adelante, Marcela y Cristian recordarían con cariño aquel "día de puertas abiertas" en el que no solo vendieron su motorhome, sino que también crearon recuerdos inolvidables junto a las personas que más querían.
FIN.