Un lazo de amistad



Había una vez un pequeño toakur llamado Tiki que vivía en la gran ciudad. A diferencia de los demás toakures, a Tiki le encantaba estar solo y pasar horas contemplando el movimiento de la gente en la calle.

Pero un día, algo inesperado sucedió: mientras Tiki observaba desde su rincón favorito, vio a lo lejos a otro toakur solitario.

Este nuevo toakur se llamaba Kali y también disfrutaba de la tranquilidad de la soledad en medio del bullicio urbano. Tiki sintió curiosidad por él y decidió acercarse. Al principio, Kali se mostró un poco reacio, pero pronto descubrió que tenían mucho en común. - Hola, soy Tiki.

¿Qué te gusta hacer cuando estás solo? -preguntó Tiki con entusiasmo. - Hola, yo soy Kali. Me gusta observar las estrellas por las noches y escuchar el sonido de la lluvia en los días grises -respondió Kali tímidamente.

A partir de ese día, Tiki y Kali se convirtieron en grandes amigos. Juntos exploraban la ciudad, compartían sus pensamientos más profundos y se apoyaban mutuamente en los momentos difíciles. Sin embargo, un día todo cambió cuando una fuerte tormenta azotó la ciudad.

La lluvia caía sin piedad y las calles se inundaron rápidamente. Tiki y Kali buscaron refugio bajo un árbol para protegerse de la tormenta. - ¡Esto es terrible! ¿Qué vamos a hacer ahora? -exclamó preocupado Tiki. - Tranquilo amigo, juntos encontraremos una solución.

Si nos mantenemos unidos podremos superar cualquier adversidad -dijo Kali con determinación. Fue entonces cuando recordaron que cerca había un refugio donde podrían resguardarse hasta que pasara la tormenta.

Tomados de las manos corrieron bajo la lluvia torrencial hasta llegar al lugar seguro. Después de esa experiencia tan intensa, Tiki comprendió que aunque le gustara estar solo de vez en cuando, tener a alguien con quien compartir alegrías y tristezas era algo realmente valioso.

Desde ese día, él y Kali continuaron siendo inseparables amigos aventureros que disfrutaban cada momento juntos.

Y así fue como el pequeño toakur solitario aprendió que dos corazones pueden ser más fuertes que uno solo cuando se acompañan mutuamente en el camino de la vida.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!