Un lazo de esperanza en el bosque
Había una vez en un bosque muy lejano, una viuda llamada Doña Rosa que vivía completamente sola.
Todos los días, ella salía de su cabaña para recolectar leña y buscar comida, pero siempre regresaba llorando porque se sentía muy triste y desamparada desde que su esposo había fallecido. Un día, mientras Doña Rosa caminaba por el bosque con lágrimas en los ojos, tropezó con una raíz y cayó al suelo. Se lastimó la pierna y no podía levantarse.
La pobre viuda comenzó a llamar por ayuda, pero nadie parecía escucharla. Justo cuando Doña Rosa pensaba que pasaría la noche en el bosque sin poder moverse, apareció un hombre joven y fuerte.
Era Juan, un lenador que trabajaba cerca del lugar. Al ver a la viuda herida, no dudó en acudir en su ayuda. "¿Estás bien? ¡Déjame ayudarte!" -dijo Juan con amabilidad mientras se acercaba a Doña Rosa.
La viuda miró al hombre con gratitud y le contó lo ocurrido. Juan examinó la pierna de Doña Rosa y decidió cargarla hasta su cabaña para curarle las heridas. Durante varios días, Juan cuidó de la viuda como si fuera su propia madre.
Le preparaba alimentos nutritivos, limpiaba su cabaña y le hacía compañía para alegrar sus días tristes. Con el tiempo, Doña Rosa dejó de llorar y empezó a sonreír gracias a la bondad de Juan.
Se dio cuenta de que no estaba sola y de que siempre habría alguien dispuesto a tenderle una mano amiga. Un día, después de haberse recuperado por completo gracias a los cuidados de Juan, Doña Rosa decidió invitarlo a quedarse junto a ella en la cabaña.
Quería devolverle todo el amor y apoyo que él le había brindado en sus momentos más difíciles. Juan aceptó encantado la propuesta y juntos formaron una familia llena de alegría y solidaridad en medio del bosque.
La viuda ya no volvió a sentirse triste ni desamparada porque tenía al lado a un amigo valioso que nunca la abandonaría.
Y así fue como Doña Rosa aprendió que incluso en los momentos más oscuros siempre hay luz al final del camino si sabemos abrir nuestro corazón a recibir ayuda y dar amor incondicional a quienes nos rodean.
FIN.