Un mensaje de libertad


Había una vez un mono llamado Chiquito que vivía en un circo. Desde muy pequeño, Chiquito había sido capturado y llevado lejos de su hogar en la selva.

Si bien a él le encantaba hacer reír a las personas con sus travesuras, siempre había algo dentro de él que no se sentía completamente feliz. Un día, mientras realizaba su rutina en el circo, Chiquito miró por la ventana y vio a unos pájaros volando libres en el cielo.

En ese momento, sintió una profunda tristeza y anhelo por la libertad que ellos tenían. Decidió entonces que era hora de escapar y buscar su propia libertad.

Una noche, cuando todos los humanos estaban dormidos, Chiquito aprovechó para abrir sigilosamente la puerta de su jaula. Con mucho cuidado y silencio se deslizó entre las sombras hasta llegar al portón principal del circo.

Justo cuando estaba a punto de salir corriendo hacia la selva, escuchó a alguien llorando cerca del portón. Era Toto, el payaso del circo.

Chiquito se acercó curioso y preguntó:"¿Por qué lloras Toto?"Toto levantó su cabeza entre lágrimas y respondió: "Chiquito, te he visto actuar durante tanto tiempo y siempre me has hecho reír. Pero hoy me di cuenta de que tú eres prisionero aquí al igual que yo. "Chiquito se sintió aún más triste al escuchar eso.

Le dolía pensar que sus risas habían ocultado tanto dolor detrás de ellas. "Tienes razón Toto, quiero ser libre y vivir al máximo mi vida. ¿Me ayudarías a escapar?"Toto secó sus lágrimas y asintió con determinación. Juntos, idearon un plan para abrir el portón sin despertar a nadie más.

Con astucia y trabajo en equipo, lograron salir del circo sin ser vistos. Una vez fuera de las rejas del circo, Chiquito sintió una emoción indescriptible.

Corrió tan rápido como pudo hacia la selva, saltando de árbol en árbol con alegría desbordante. Por fin era libre.

A medida que exploraba su nuevo hogar, Chiquito hizo amigos con otros animales de la selva y aprendió mucho sobre la importancia de cuidar el medio ambiente y respetar a los demás seres vivos. Pasaron los días y Chiquito se dio cuenta de que no solo quería vivir al máximo su vida sino también ayudar a otros a encontrar su felicidad.

Decidió regresar al circo para contarle a todos lo maravilloso que era vivir en libertad. Cuando Chiquito llegó al circo, encontró a Toto sentado solo en una silla triste y abatido. "Toto, tengo algo importante que decirte", dijo Chiquito emocionado.

Toto levantó la mirada sorprendido por ver nuevamente a su amigo mono después de tanto tiempo. "Chiquito...

¿Eres tú? ¡Pensé que nunca volverías!"Chiquito sonrió y contó todas sus aventuras en la selva: cómo había hecho nuevos amigos, cómo había aprendido sobre el respeto por el medio ambiente y cómo finalmente había encontrado la verdadera felicidad. Toto se llenó de alegría al escuchar a Chiquito.

Juntos, decidieron contarle a todos en el circo sobre la importancia de la libertad y cómo cada ser vivo merece vivir su vida al máximo. Desde aquel día, el circo cambió su forma de operar. Los animales fueron liberados y se creó un nuevo espectáculo en donde ellos eran los protagonistas, mostrando sus habilidades naturales sin estar encerrados.

Chiquito se convirtió en un símbolo de esperanza para todos los animales del circo y juntos demostraron que la verdadera felicidad radica en vivir libres y respetar a los demás seres vivos.

Y así, Chiquito y Toto enseñaron una valiosa lección: que todos merecemos vivir en libertad y que podemos encontrar nuestra propia felicidad ayudando a otros a alcanzarla también.

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