Un mensaje para el planeta



En una pequeña comunidad indígena en lo profundo de la sierra mexicana vivía un niño llamado Miguel, cuyo corazón latía al ritmo de la naturaleza.

Desde muy pequeño, Miguel había aprendido a respetar y cuidar el medio ambiente que lo rodeaba. Un día, mientras caminaba por el bosque cercano a su casa, Miguel encontró un águila herida entre montones de basura.

El corazón del niño se llenó de tristeza al ver a este majestuoso animal en peligro debido a la contaminación. Sin dudarlo, decidió llevarla a su hogar para curarla y protegerla. Miguel cuidó del águila con cariño y dedicación, limpiando sus heridas y dándole alimento fresco todos los días.

Con el tiempo, el ave recuperó fuerzas y volvió a volar libre por los cielos. Agradecida por la bondad de Miguel, el águila le regaló un plumaje brillante que parecía estar hecho de botellas de plástico reciclado.

Un día, mientras volaban juntos sobre el pueblo, el águila mexicana señaló hacia abajo con su pico afilado. Miguel vio cómo la basura invadía cada rincón del lugar que tanto amaba.

La tristeza invadió su corazón al ver cómo la contaminación afectaba no solo al águila, sino también a todos los seres vivos que habitaban ese lugar. Decidido a hacer algo al respecto, Miguel tomó las botellas de plástico reciclado que tenía en su casa y comenzó a crear arte con ellas.

Con paciencia y creatividad, transformó la basura en esculturas coloridas que transmitían un mensaje claro: "Reciclar, reusar y reciclar para vivir en armonía con la naturaleza".

La gente del pueblo quedó maravillada por las creaciones de Miguel y se sintieron inspirados por su determinación para combatir la contaminación. Pronto, todos se unieron para limpiar las calles, separar los desechos correctamente y encontrar nuevas formas de reutilizar materiales.

"-¡Gracias por mostrarnos el camino hacia un futuro más limpio y sostenible! -dijo uno de los vecinos emocionado. ""-No hay problema", respondió Miguel con una sonrisa radiante. "-Juntos podemos lograr grandes cosas cuando cuidamos nuestro hogar común.

"Desde ese día en adelante, Miguel siguió trabajando junto al águila mexicana para proteger el medio ambiente y enseñar a otros sobre la importancia del reciclaje. Su historia se convirtió en leyenda en toda la región como ejemplo vivo de cómo un niño con amor por la naturaleza puede cambiar el mundo paso a paso.

Y así fue como gracias al coraje e ingenio de Miguel; el águila mexicana; lograron inspirar a toda una comunidad a trabajar juntos por un futuro mejor sin contaminación donde todos pudieran respirar aire puro y disfrutar de un entorno saludable para todas las criaturas que habitan nuestro planeta tierra.

FIN.

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