Un minuto especial con papá



Era el cumpleaños de Cande, y lo único que deseaba era poder hablar con su papá que estaba en el cielo. Desde que él se había ido, Cande sentía un vacío en su corazón que era difícil de llenar. Ella había escuchado que en su cumpleaños, si lo pedía con mucha fe, Dios le concedería un deseo especial. Así que decidió hacer una pequeña carta y colocarla en el cielo atada a un globo. - Mamá, ¿puedo escribir una carta para papá? - preguntó Cande. - Claro cariño, ¿qué le vas a decir? - le respondió su mamá. Cande se sentó en su habitación y con mucho amor escribió: 'Querido papá, hoy es mi cumpleaños y todo lo que deseo es poder hablar contigo por un minuto. Extraño tanto tus abrazos y tus chistes. Te amo mucho, Cande'.

Luego de atar la carta al globo, Cande lo soltó al cielo con la esperanza de que llegara a donde estaba su papá. Durante todo el día, Cande estuvo ansiosa, esperando que su deseo se hiciera realidad. Pero a medida que pasaba el tiempo, comenzó a sentirse triste, pensando que su deseo no se cumpliría. Sin embargo, cuando llegó la noche, algo maravilloso sucedió.

Mientras Cande soplaba las velas de su pastel, un suave viento sopló a través de la ventana, trayendo consigo algo en el aire. Cande se acercó a la ventana y vio un globo descendiendo lentamente hacia su jardín. Corrió afuera, lo tomó entre sus manos y vio que era su globo con la carta. Sin entender cómo había vuelto, lo desató y encontró en la parte de abajo un mensajito que decía: 'Feliz cumpleaños, Cande. Te amo mucho. Papá'.

Cande no podía creer lo que veía. Se sintió llena de emoción y sabía que su deseo se había hecho realidad. Aunque no pudo escuchar la voz de su papá, sintió su amor y su presencia en ese breve mensaje. Desde ese día, Cande entendió que a veces, los deseos pueden hacerse realidad de maneras inesperadas, y que el amor de aquellos que ya no están con nosotros, nunca nos abandona.

FIN.

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