Un Mundo de Amistad y Aprendizaje



En la Escuela infantil Mimitos, las maestras Deme, Marta y Ana Belén estaban emocionadas por el comienzo del nuevo curso. Habían preparado todo con mucho cariño para recibir a los pequeños alumnos y esperaban ansiosas el primer día.

Al llegar a la escuela, los papás y mamás estaban un poco nerviosos. Algunos niños lloraban y se aferraban a sus padres, pero las maestras sabían cómo manejar la situación.

Con dulzura y paciencia, les explicaron que iban a pasar un día lleno de diversión y aprendizaje. "¡Hola! ¿Cómo te llamas?"- preguntó Deme a un niño tímido que se escondía detrás de su mamá. "Soy Tomás"- respondió el niño tímidamente. Deme sonrió amablemente y le tendió la mano.

"Mucho gusto, Tomás. Estoy segura de que te divertirás mucho aquí". Marta se acercó a otro niño que estaba un poco asustado. "Hola, soy Marta. ¿Y tú?"El niño miró tímidamente hacia abajo. "Soy Mateo".

Marta le dio una cálida sonrisa. "Encantada de conocerte, Mateo. Vamos a jugar juntos hoy". Ana Belén también hizo lo mismo con una niña llamada Sofía. Poco a poco, los niños fueron sintiéndose más cómodos en su nuevo entorno.

Las maestras tenían preparadas muchas actividades para ese primer día. Jugaron juegos divertidos como "Simon dice", donde tenían que seguir instrucciones mientras se movían y reían. También hicieron manualidades, donde los niños pudieron expresar su creatividad.

Durante el recreo, los niños comenzaron a hacer amigos. Se ayudaban unos a otros en los juegos y compartían sus juguetes. Las maestras estaban felices de ver cómo se formaban lazos de amistad entre ellos.

Al final del día, las maestras se reunieron con los papás y mamás para contarles cómo había sido la jornada. "Fue un día maravilloso"- dijo Deme emocionada. "Los niños se divirtieron mucho y aprendieron cosas nuevas".

"Sí, fue genial ver cómo hicieron nuevos amigos y trabajaron juntos en las actividades"- agregó Marta sonriente. Ana Belén asintió. "Fue un gran comienzo para todos. Estoy segura de que este año será increíble". Los papás y mamás se sintieron aliviados al escuchar esto.

Sabían que habían elegido el lugar adecuado para sus hijos, donde serían cuidados y educados con amor. Así comenzó la aventura en la Escuela infantil Mimitos.

Cada día era una oportunidad para aprender algo nuevo, descubrir habilidades propias y respetar las diferencias entre cada uno de los pequeños alumnos. Las maestras Deme, Marta y Ana Belén continuaron enseñando a través del juego, fomentando la creatividad e inculcando valores como el respeto y la amistad. Los niños crecieron felices rodeados de amor y confianza.

Y así, juntos, maestras, padres e hijos vivieron una hermosa experiencia educativa en la Escuela infantil Mimitos, donde cada día era un nuevo capítulo en la historia de aprendizaje y crecimiento de los pequeños.

FIN.

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