Un Mundo de Colores



En una escuela del barrio, dos niños, Tomás y Samira, se encontraban en el patio durante el recreo. Tomás, que había llegado a la Argentina de España, estaba contando orgulloso a sus amigos sobre las tradiciones de la Semana Santa en su país. Por otro lado, Samira, que era de una familia originaria de Argentina, escuchaba con atención, pero no podía evitar sentir un nudo en su estómago.

"¡Pero eso no es nada! En mi casa, celebramos el Día de la Tradición con danzas y comidas típicas. ¡Tenés que probar mi locro!" - dijo Samira, con una sonrisa.

"¿Locro? ¿Y eso qué es? Aquí todos se emocionan por la Navidad y el chocolate caliente, ¡es más divertido!" - respondió Tomás, eligiendo cada palabra con cuidado.

Ambos estaban muy orgullosos de sus culturas, pero cada uno pensaba que la suya era mejor. Esto llevó a una discusión que pronto escaló.

"¡No entiendes nada de lo que es una verdadera celebración!" - gritó Samira, con los brazos cruzados.

"¡Y tú no sabes nada de lo que es la Semana Santa! ¡Nunca la has vivido!" - contestó Tomás, encarándola.

En ese justo momento, la maestra Ana, que estaba observando desde lejos, decidió intervenir.

"Chicos, ¿qué está pasando aquí?" - preguntó con voz tranquila.

Las miradas de los dos se encontraron y, por un instante, se sintieron avergonzados.

"Estamos discutiendo sobre nuestras culturas..." - murmuró Tomás.

"Sí, pero no nos entendemos. Yo creo que hoy no podemos celebrar con su Semana Santa y él no quiere probar mi locro. ¡Es injusto!" - amplió Samira, visiblemente molesta.

La profesora sonrió y les dijo:

"Entiendo. Pero, ¿no creen que en vez de pelear, pueden aprender el uno del otro? La interculturalidad es como un hermoso mural lleno de colores. Cada uno pone su pincelada y el resultado es maravilloso. ¿Qué les parece si hacemos un intercambio?" - sugirió la maestra con entusiasmo.

Tomás y Samira se miraron, intrigados. "¿Intercambio? ¿Cómo?" - preguntaron al unísono.

"Así: ustedes van a contarle a la clase sobre las festividades de cada uno, y al final, todos podremos probar una comida típica de cada cultura. ¿Qué les parece?" - explicó la profesora.

Ambos asintieron, aunque un poco dudosos. Entonces, la profesora les dio una hoja de papel y les pidió que escribieran una pequeña exposición sobre sus festividades.

Al siguiente día, Tomás y Samira se prepararon. Tomás trajo un colorido cartel con imágenes de sus tradiciones y Samira llevó una cacerola llena de locro.

Cuando llegó el momento de presentar, Tomás se animó primero:

"En España, la Semana Santa es muy importante. Usamos túnicas y hacemos desfiles. Es un momento de reflexión y de estar en familia. Aquí hay algunas imágenes..." - y mostró con entusiasmo su “mural”.

Los compañeros lo escuchaban con atención, sorprendidos por lo que contaba. Luego fue el turno de Samira:

"En mi casa, el Día de la Tradición es un momento festivo. Cocinamos locro y bailamos nuestras danzas. ¡Esto es nuestra historia!" - dijo con una gran sonrisa, mientras la clase se llenaba del delicioso olor que emanaba de su olla.

Al finalizar las presentaciones, la profesora dijo:

"Como ya hemos aprendido algo unos de otros, ahora es el momento de la comida. ¡Vamos a disfrutar!" - y todos aplaudieron con alegría.

Esa tarde, el aula se llenó de risas, olores y sabores. Las culturas de Tomás y Samira se entrelazaron, creando un ambiente de respeto y camaradería.

Después del recreo, Tomás se acercó a Samira:

"Nunca pensé que tu locro sería tan rico. Tal vez tenga que pedirle a mi mamá que lo prepare algunos días." - dijo mientras se rascaba la cabeza con timidez.

"Y yo debo probar ese chocolate caliente que tanto me hablaste. Tal vez podamos hacerlo juntos, invitemos a todos. ¡Sería divertido!" - respondió Samira, guiñándole un ojo.

Y así fue como, gracias a un pequeño desacuerdo sobre sus culturas, Tomás y Samira empezaron no solo a compartir sus tradiciones, sino también a construir una amistad basada en el respeto y la tolerancia. ¡Y colorín colorado, este cuento se ha terminado! En el mundo, cada cultura es un hermoso color en el mural de la humanidad!

FIN.

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