Un mundo lleno de colores



Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, un niño llamado Mateo. Mateo siempre había sido muy curioso y le encantaba explorar el mundo a su alrededor. Pero lo que más le fascinaba eran los colores.

Un día, mientras jugaba en el jardín con sus amigos, Mateo notó algo extraño. Aunque todos tenían corazones del mismo color, el suyo era diferente. ¡Era multicolor! Tenía rojo, azul, verde y muchos otros colores brillantes.

-¡Miren mi corazón! -exclamó emocionado Mateo mostrándoselo a sus amigos-. ¿Por qué será así? Sus amigos se quedaron perplejos y no supieron qué decirle. Pero uno de ellos sugirió que tal vez sus padres podrían tener la respuesta.

Mateo corrió a su casa y encontró a sus padres en la sala de estar. Les mostró su corazón multicolor y les preguntó por qué era diferente.

Sus padres sonrieron amorosamente y le dijeron:-Hijito, tu corazón es especial porque representa los valores que te hemos enseñado desde que eras pequeño. Cada color simboliza una virtud importante. Mateo estaba emocionado por descubrir los secretos de su corazón multicolor. -Siéntate con nosotros -dijo su mamá-.

Te contaremos sobre cada uno de los colores y lo que representan en nuestra familia. El primer color fue el rojo: representaba el amor incondicional que se tienen como familia. Luego vino el azul: simbolizaba la honestidad y la confianza entre ellos.

Después estaba el verde: significaba la generosidad y la importancia de ayudar a los demás. Y así, uno a uno, fueron explicando los valores detrás de cada color. Mateo estaba asombrado.

Nunca se había dado cuenta de cuánto significaban esos valores para su familia. A partir de ese día, Mateo decidió que quería vivir según esos colores en su corazón multicolor. Quería ser amoroso, honesto, generoso y amable con todos. Pero no todo fue fácil para Mateo.

En la escuela, algunos compañeros se burlaban de él por tener un corazón diferente. Lo llamaban "el niño arcoíris" y eso lo entristecía.

Un día, cuando regresaba a casa después de un día difícil en la escuela, Mateo encontró una nota pegada en su puerta. Decía: "Querido Mateo, no te preocupes por lo que dicen los demás. Tu corazón es especial y hermoso".

Mateo sonrió al leer esa nota y se dio cuenta de que no debía dejar que las palabras negativas lo afectaran. Sabía que sus valores eran más importantes que cualquier comentario hiriente.

Con el tiempo, otros niños comenzaron a darse cuenta de las acciones bondadosas de Mateo y cómo siempre trataba a todos con respeto y amabilidad. Pronto, aquellos que antes se burlaban empezaron a admirarlo por ser tan valiente y auténtico. El mensaje del corazón multicolor comenzó a extenderse por todo el pueblo.

Los padres también enseñaron a sus hijos sobre los colores del corazón y cómo seguir esos mismos valores en sus vidas diarias. Y así fue como el pequeño pueblo se convirtió en un lugar lleno de amor, honestidad, generosidad y amabilidad.

Todos aprendieron la importancia de vivir según los valores que sus padres les habían enseñado. Desde ese día, Mateo supo que los colores de su corazón eran mucho más que simples colores.

Eran la representación de los valores más importantes en su vida y el legado que sus padres le habían dejado. Y así, Mateo vivió felizmente con su corazón multicolor, iluminando el mundo a su alrededor con amor y bondad.

El pueblo entero lo recordaría siempre como "el niño del corazón multicolor", un símbolo de esperanza y valentía para todos.

FIN.

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