Un niño de plástico en busca de su lugar en el mundo

En una colorida plaza de Buenos Aires vivía Wenceslao Escalante, un niño hecho de plástico reciclado que ansiaba encontrar su propósito en el mundo.

Todos los días, observaba a los niños reír, correr y jugar, pero él no podía participar en esas divertidas actividades. Al contrario, estaba atrapado entre viejos periódicos y botellas vacías en un basural cercano. Un día, un grupo de niños curiosos se aventuró al basural y rescató a Wenceslao.

_"¡Miren lo que encontramos! Un niño de plástico,"_ dijo uno de ellos. Los niños limpiaron a Wenceslao y lo llevaron a la plaza.

Al principio, los demás niños lo miraban con asombro, pero Wenceslao demostró ser un niño diferente: era fuerte, flexible y brillante, exactamente lo que se necesitaba para arreglar los juegos rotos y construir nuevos juguetes. Gracias a sus habilidades únicas, Wenceslao se convirtió en el héroe de la plaza, enseñando a sus nuevos amigos la importancia del reciclaje y del cuidado del medio ambiente.

Juntos, transformaron la plaza en un lugar limpio y acogedor. A partir de ese día, Wenceslao Escalante supo que, aunque fuera de plástico, era capaz de hacer grandes cosas y ser amado por todos.