Un niño lustrabotas con sueños grandes



Roque Feller era un niño de diez años que vivía en un pequeño pueblo de Argentina. Todos los días, desde muy temprano, salía a la calle con su caja de lustrabotas al hombro y su trapo en la mano. Con una sonrisa en el rostro, se acercaba a las personas que pasaban por allí, ofreciéndoles abrillantar sus zapatos. A pesar de tener una vida humilde, Roque siempre soñaba en grande.

Una tarde, mientras lustraba los zapatos de don Ramón, un hombre amable que solía conversar con él, Roque le contó sobre su gran sueño de convertirse en piloto de aviones.

"¡Vaya, Roque! Eso es un sueño enorme para un niño como tú", exclamó don Ramón.

"Lo sé, pero siempre me ha fascinado volar y ver el mundo desde las alturas", respondió Roque con brillo en los ojos.

Don Ramón, conmovido por la determinación y la pasión de Roque, decidió ayudarlo. Le consiguió un libro sobre aviones y le prometió llevarlo al aeropuerto para que conociera a un piloto y viera una aeronave de cerca.

Roque estaba emocionado. Con el tiempo, se convirtió en un lustrabotas muy conocido en el pueblo, no solo por su habilidad para dejar relucientes los zapatos, sino también por su alegría y sus grandes sueños. Cada vez que lustraba los zapatos de algún piloto o pasajero que visitaba el pueblo, Roque les hablaba sobre su deseo de volar.

Un día, un piloto llamado Roberto Fernández, quien solía visitar el pueblo a menudo, se acercó a Roque y le dijo:

"Roque, he escuchado mucho sobre tu sueño de volar. Siempre he admirado tu determinación y tu alegría. Creo que mereces tener una oportunidad para hacer realidad tu sueño. Te propongo algo: si logras terminar la escuela secundaria, yo te daré clases de piloto gratuitas y te ayudaré a cumplir tu sueño de volar."

Roque no podía creer lo que estaba escuchando. ¡Era su gran oportunidad! A partir de ese día, se dedicó con más ahínco a sus estudios y a su trabajo como lustrabotas para ahorrar dinero, ya que sabía que necesitaría apoyo económico para alcanzar su objetivo.

Después de muchos años de esfuerzo y perseverancia, Roque se graduó con excelentes notas en la escuela secundaria y comenzó a recibir las tan ansiadas clases de piloto. Con el apoyo de don Ramón, Roberto Fernández y muchas personas más que admiraban su espíritu luchador, Roque logró convertirse en un piloto de aviones.

Volando por los cielos, Roque se sentía libre y realizado. Nunca olvidó sus inicios como lustrabotas ni a las personas que creyeron en él. Siempre decía: "Los sueños se alcanzan con esfuerzo, perseverancia y la ayuda de quienes nos rodean".

Roque Feller se convirtió en un ejemplo de superación y perseverancia para todos los niños del pueblo. Su historia les enseñó que, aunque las circunstancias sean difíciles, siempre hay esperanza y posibilidades de alcanzar los sueños más grandes.

FIN.

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