Un Nuevo Amanecer



Había una vez, en un mundo lleno de desafíos y aventuras, dos mejores amigos llamados tú y Carl. Juntos, compartían risas, secretos y hasta luchas contra los peligros del apocalipsis. Sin embargo, todo cambió cuando Carl conoció a Enid. Fue como si una nube oscura se hubiera interpuesto entre ustedes.

"Carl, ¿quieres ir a explorar el bosque hoy?" preguntaste un día con entusiasmo.

"No puedo, tengo que salir con Enid," respondió él, sin mirarte a los ojos.

Sentiste como si una pequeña espina se clavara en tu corazón.

Durante semanas, Carl comenzó a alejarse, y no solo de ti, sino de todas las cosas que solían disfrutar juntos.

"Carl, ¿podemos hablar un momento?" suplicaste una vez.

"¿Sobre qué? No tengo nada que decirte," dijo Carl, con frialdad.

Érase una vez que compartir con él te llenaba de alegría, y ahora erais como dos extraños en un mundo sombrío. Las risas que solían llenar los días se habían desvanecido, y en su lugar había soledad. Pero un día, en medio de una salida para buscar provisiones, conociste a Ron.

Era un chico simpático, siempre tenía una broma lista para subir el ánimo.

"¿Sabías que las ardillas son un tipo de ninja? Porque siempre aparecen de la nada y desaparecen rápidamente!" dijo Ron riendo.

Te reíste y sentiste una chispa de alegría nuevamente. Con Ron, podías ser tú misma.

Fuera de las sombras de Carl, comenzaste a sentir que la vida seguía adelante.

Pero, mientras más tiempo pasabas con Ron, más Carl se notaba dolido. Un día, decidió acercarse.

"¿Por qué estás con él, en lugar de conmigo?" preguntó Carl, con un tono que mezclaba confusión y celos.

"Porque él no me evita como lo hacés vos. Me hace sentir bien, Carl," respondiste, con la sinceridad picando en tu voz.

Carl frunció el ceño.

"Lo siento... No sabía lo mucho que te estaba lastimando. Enid... me hizo pensar que teníamos que alejarnos de los demás. Pero me equivoqué."

Fue un momento extraño.

"Carl, no se trata solo de Enid. Se trata de las decisiones que tomamos. Debemos ser amigos. ¡Esto no es un juego!" insististe.

Carl asintió, con lágrimas en los ojos.

"¿Podrías ayudarme a entender? ¿Podemos ser un grupo? Yo, vos y Ron... como antes, pero mejor?"

Aquel día, decidieron formar un nuevo equipo. El trío exploró nuevos horizontes, compartiendo historias y risas. Cada uno aportaba algo diferente: Carl traía el valor, Ron la locura y vos la bondad.

"¡Mirá! Una ardilla ninja!" gritó Ron en medio de una aventura, y todos estallaron en carcajadas.

Con el tiempo, aprendieron que en los momentos difíciles, tener apoyo es esencial. La amistad puede cambiar, pero nunca debe extinguirse.

Y así, en un mundo tan incierto, los tres amigos se comprometieron a cuidarse mutuamente, siendo siempre honestos y abiertos.

Así fue como, en medio del caos, descubrieron que la verdadera fuerza reside en la amistad, a pesar de los cambios.

En lugar de quedar atrapados en la distancia, elijan compartir el viaje de la vida, aprendiendo juntos, creciendo juntos.

Y así, tú, Carl y Ron continuaron viviendo aventuras increíbles, cada uno en su rol, pero siempre apoyándose mutuamente. Porque cuando una relación se nutre de amor y respeto, nada puede afectar la luz que brilla en sus corazones.

Fin.

FIN.

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