Un nuevo amigo para siempre


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Ratón, donde vivía Lucas, un niño curioso y amante de los animales. Lucas tenía un hámster llamado Peluza, al cual cuidaba con mucho cariño y dedicación.

Una mañana, mientras Lucas se preparaba para ir a la escuela, escuchó un ruido extraño proveniente del baño. Corrió hacia allí y descubrió con horror que Peluza había caído accidentalmente en el retrete y no podía salir.

A pesar de todos sus esfuerzos, Lucas no pudo salvar a su querida mascota. Desconsolado por la pérdida de Peluza, Lucas decidió enterrarlo en el jardín de su casa junto a una hermosa planta de girasoles, la flor favorita del hámster.

Mientras cavaba un pequeño agujero para enterrar a Peluza, una mariposa azul revoloteó a su alrededor y se posó delicadamente sobre su mano.

Sorprendido por este inesperado visitante, Lucas escuchó una voz suave que parecía provenir de la mariposa: "No llores por mí, querido amigo. Mi tiempo contigo ha llegado a su fin, pero siempre estaré en tu corazón". La mariposa volvió a revolotear y desapareció entre las flores del jardín.

Conmovido por estas palabras reconfortantes, Lucas secó sus lágrimas y decidió honrar la memoria de Peluza construyendo un santuario especial para él en su habitación. Colocó una foto del hámster rodeada de velas encendidas y juguetes coloridos que solían compartir juntos.

Días después del trágico incidente en el retrete, Lucas recibió una visita inesperada: un nuevo hámster blanco como la nieve llamado Copito. El pequeño roedor se acercó curioso a Lucas y parecía transmitirle alegría con cada brinco juguetón. "Hola Copito", dijo Lucas con una sonrisa emocionada.

"¡Bienvenido a tu nuevo hogar!" El hámster respondió correteando alrededor de su jaula como si estuviera bailando de felicidad.

Desde ese día, Copito se convirtió en el compañero inseparable de Lucas, quien aprendió que aunque perdemos a nuestros seres queridos -ya sean humanos o mascotas- siempre habrá espacio para nuevas amistades y recuerdos especiales que nos acompañarán toda la vida.

Y así fue cómo el amor y la esperanza renacieron en el corazón valiente de un niño llamado Lucas en Villa Ratón. Y colorín colorado, este cuento ha terminado. Que enseñanza has sacado, del niño enamorado?

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