Un nuevo comienzo

Cheli era una niña muy alegre y cariñosa que vivía en un pequeño pueblo. Todos la querían mucho, excepto Fernando, un chico malo que siempre le hacía bromas pesadas y la molestaba.

Un día, cansada de los malos tratos de Fernando, Cheli decidió dejarlo. Aunque al principio se sintió triste por terminar su amistad, sabía que era lo mejor para ella.

Fue entonces cuando conoció a Luismi, un chico nuevo en el pueblo apodado —"Rubito"  por su cabello rubio brillante. Luismi era amable, divertido y siempre estaba dispuesto a ayudar a los demás. Al principio, Cheli no podía dejar de pensar en Fernando y se sentía confundida sobre sus sentimientos hacia Luismi.

Pero poco a poco fue descubriendo lo especial que era Rubito y cómo la hacía sentir feliz y valorada.

Un día, mientras paseaban juntos por el parque, Cheli le contó a Luismi todo lo que había pasado con Fernando y cómo se había sentido. Él la escuchó atentamente y luego le dijo:"Cheli, todos merecemos ser tratados con respeto y cariño. No debes permitir que nadie te haga sentir mal. Tú vales mucho y mereces ser feliz.

"Estas palabras resonaron en el corazón de Cheli, quien finalmente entendió que merecía estar rodeada de personas que la hicieran sentir bien consigo misma. Con el tiempo, la amistad entre Cheli y Luismi se convirtió en algo más profundo y bonito.

Juntos compartieron risas, aventuras e inolvidables momentos que fortalecieron su relación. Gracias a la valentía de Cheli al alejarse de alguien tóxico como Fernando, pudo abrir su corazón a nuevas experiencias positivas junto a Luismi.

Y así, Cheli aprendió una importante lección: nunca debemos conformarnos con personas que nos hagan daño o nos hagan sentir menos; siempre vale la pena esperar por aquellos que nos quieran tal como somos y nos llenen de amor y felicidad.