Un nuevo hogar, nuevos amigos y una difícil despedida



El gatito Titi vivía en una casa pequeña con su dueña, la abuela Lili. Pero un día, la abuela decidió mudarse a otro lugar y llevarse a Titi con ella.

Así que Titi se encontró en una nueva casa con un hermoso jardín donde podía jugar todo el día. Sin embargo, también había otro gato más grande llamado Ñuñu que no parecía muy amigable. "Titi, ten cuidado con Ñuñu", le advirtió la abuela Lili.

"Es un poco gruñón y no le gusta compartir su territorio". Pero Titi era un gatito valiente y decidió acercarse a Ñuñu para intentar hacer amigos. "Hola, soy Titi", dijo el gatito mientras se acercaba lentamente al otro felino.

Ñuñu lo miró fríamente pero no hizo ningún movimiento agresivo. Así que Titi continuó hablando con él hasta que finalmente logró ganarse su confianza.

Desde ese día, los dos gatos se convirtieron en grandes amigos y jugaban juntos en el jardín de la casa todos los días. Un día llegó María Inés, una nueva vecina de la abuela Lili. Era muy amable y siempre traía golosinas para Titi y Ñuñu.

"¡Hola chicos! ¿Cómo están hoy?", preguntaba siempre María Inés mientras les daba caricias a ambos felinos. Titi estaba encantado de tener una nueva amiga así que comenzó a seguir a María Inés por todas partes.

Pero pronto descubrió algo triste: La abuela Lili debía regresar a su antigua casa y no podía llevarse a Titi con ella. Titi se sintió muy triste al pensar que tendría que despedirse de la abuela Lili y María Inés.

Pero entonces recordó algo importante: gracias a su valentía y amabilidad, había logrado hacer amigos en su nuevo hogar. Así que decidió ser fuerte y seguir adelante, sabiendo que siempre tendría un lugar especial en el corazón de Ñuñu y María Inés.

Y aunque extrañaría mucho a la abuela Lili, Titi estaba seguro de que encontraría muchas aventuras emocionantes junto a sus nuevos amigos en el jardín.

FIN.

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