Un picnic inolvidable


En un soleado día de primavera, Arantza, Bárbara y Gabriela decidieron ir al parque a disfrutar del aire fresco y jugar.

Las tres amigas estaban emocionadas por pasar la tarde juntas y se dirigieron directo al tobogán para comenzar la diversión. -¡Vamos a ver quién llega primero abajo! -exclamó Arantza mientras subía corriendo las escaleras hacia el tobogán. Bárbara y Gabriela rieron y aceptaron el desafío.

Se colocaron en posición de salida y, al grito de "¡Ya!", se lanzaron por el tobogán a toda velocidad. Fue una carrera reñida, pero finalmente Arantza fue la primera en llegar abajo, seguida de cerca por Bárbara y Gabriela.

Después de jugar un rato en los columpios y en los juegos de trepar, las tres amigas se sentaron en un banco para descansar un poco. -¿Qué les parece si jugamos a las escondidas? -propuso Gabriela con entusiasmo. -¡Sí! ¡Me encanta ese juego! -respondió Bárbara emocionada.

Así que decidieron jugar a las escondidas entre los árboles del parque. Arantza contó hasta diez mientras Bárbara y Gabriela buscaban lugares donde esconderse. Cuando terminó de contar, Arantza comenzó a buscarlas por todo el parque.

Fue divertido ver cómo se escondían detrás de los árboles o detrás de las bancas para no ser descubiertas. Finalmente, Arantza encontró a Bárbara detrás de un gran arbusto y a Gabriela debajo de una mesa del área de picnic.

Todas rieron juntas al ser descubiertas y luego intercambiaron roles para seguir jugando. Después de tanto jugar, las tres amigas sintieron hambre y decidieron hacer un picnic con las cosas que habían traído cada una.

Compartieron sus sándwiches, frutas y galletitas mientras charlaban sobre lo divertido que habían pasado el día juntas. Mientras disfrutaban su merienda, vieron a un niño solitario mirando desde lejos con cara triste. Sin dudarlo, invitaron al niño a unirse a ellos en su picnic.

El pequeño aceptó felizmente la invitación e inmediatamente empezaron a jugar todos juntos. Al finalizar la tarde, ya era hora de regresar a casa.

Las cuatro nuevas amistades se despidieron con sonrisas en sus rostros prometiendo volver al parque para seguir divirtiéndose juntos. Arantza, Bárbara y Gabriela aprendieron que siempre hay espacio para hacer nuevos amigos y compartir momentos especiales con quienes nos rodean.

Y así terminó este día lleno de risas, juegos e inolvidables aventuras en el hermoso parque donde florecen grandes amistades.

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