Un Sueño Floral
En un amplio campo de flores brillantes,
a una jirafa de sueños un tanto distantes.
Su nombre era Lila, con cuello tan largo,
y aunque era feliz, sentía un gran cargo.
"- ¡Oh, quiero alcanzar el cielo y más allá!
he visto un girasol que quiero tocar!
Sus pétalos dorados, su gran corazón,
siento que en su abrazo hay una canción."
Un día, al amanecer, con la luna aún clara,
Lila decidió que era hora, no hay nada que parara.
Trepando montañas, cruzando el riachuelo,
inquieta y alegre, recorrió el sendero.
En el camino encontró a Gigante,
“¡Ahí está el girasol, que era tan distante! ”
Gigante era un árbol, sabio y gentil,
con ramas abiertas, su mano sutil.
“- ¡Hola, pequeña! ¿A dónde vas tú?
¿De seguir tus sueños, te sientes en la cruz? ”
Lila sonrió, mirándole a los ojos,
"- Busco el girasol, quiero abrazar sus antojos.
Brilla como el sol, pero aún no estoy allí,
y siento que el viento me quiere llevar feliz."
Gigante pensó un momento, oh, su rama movió,
“- A veces lo que buscamos, siempre está bajo el Sol.
¿Por qué no intentas buscar un poco más cerca?
A veces en lo simple, la respuesta se encuentra."
Así que Lila, con su cuello en el aire,
mira alrededor, con nuevo don de observar.
Y de pronto se da cuenta, ¡oh sorpresa! ,
que un repleto campo de girasoles reza.
Ellos la saludaban con su amarillo radiante,
“¡Ven aquí, Lila! ¡No seas distante!
Con nosotros, baila, vuela y juega,
juntos podemos disfrutar la entrega.”
La jirafa se acercó, y dio un gran salto,
“¡Soy feliz con ustedes, ya no hay más asfalto!
Con cada pétalo, con cada color,
vivo mi sueño, resplandece mi amor.”
De repente, un viento fuerte empezó a soplar,
y un girasol dijo, “¡No hay que temer, hay que bailar! ”
Así, en ronda, giraron y giraron,
con risas y sueños que nunca acabaron.
Entonces Lila entendió, en su corazón,
“no se trata de alcanzar, sino de la conexión.
Mis amigos, el campo, el cielo y el sol,
y con mi amor, juntos formamos el rol.”
Y al caer la tarde, cuando el cielo se tornó,
Lila se despidió, llena de luz y amor.
"- ¡Gracias, girasoles! Han sido un tesoro,
juntos, siempre brilla, la amistad es oro!"
Así, la jirafa volvió a su sendero,
y entendió un secreto, algo sincero:
los sueños se cumplen en comunidad,
¡qué hermoso es el campo lleno de amistad!
Desde aquel día, en sus ojos había paz
y una sonrisa que nunca se iría más.
Las girasoles y la jirafa, unidos en canción,
bailaban bajo el sol, en eterna conexión.
FIN.