Un Viaje a la Granja



Era un día soleado y Nicolás, un niño curioso y aventurero, se despertó con una emoción especial. Hoy era el día de su visita a la granja de Don Manuel, un amable granjero conocido por sus deliciosos productos lácteos. Nicolás había escuchado historias sobre cómo se obtenía la leche, el queso y el yogur, y no podía esperar para descubrirlo.

Cuando llegó a la granja, fue recibido por Don Manuel, un hombre de barba canosa y una sonrisa cálida.

- ‘¡Hola, Nicolás! Bienvenido a mi granja. ¡Aquí aprenderás todos los secretos de los lácteos! ’ - dijo Don Manuel con entusiasmo.

Nicolás miró a su alrededor. Las vacas pastaban tranquilamente en el campo.

- ‘¿Son esas las vacas que producen la leche? ’ - preguntó.

- ‘¡Exactamente! ’ - respondió Don Manuel.

- ‘Vamos a ordeñarlas. Necesitamos ser muy suaves para no asustarlas.’

Nicolás se acercó tímidamente, pero poco a poco se sintió más cómodo. Observó cómo Don Manuel ordeñaba a una vaca y, después de un rato de práctica, logró sacar un poco de leche también.

- ‘¡Mirá, la leche! ’ - exclamó Nicolás, con los ojos brillando de emoción.

- ‘Sí, ahora vamos a llevarla a la lechería para transformarla en queso.’ - dijo Don Manuel.

Mientras caminaban hacia la lechería, Nicolás vio un hermoso campo de flores.

- ‘¿Por qué hay tantas flores aquí, Don Manuel? ’ - preguntó.

- ‘Las flores son importantes porque atraen a las abejas, y ellas ayudan a polinizar las plantas. Además, son parte de un ecosistema saludable.’ - explicó.

Al llegar a la lechería, Nicolás notó muchos recipientes y máquinas.

- ‘¿Y ahora qué hacemos con la leche? ’ - preguntó intrigado.

- ‘Vamos a calentarla y agregar un poco de cuajo para que se coagule. Así comenzamos a hacer queso.’ - respondió Don Manuel.

- ‘¡Qué divertido! ’ - dijo Nicolás, mientras observaba el proceso.

Pasaron unos minutos y pudieron ver cómo la leche se transformaba en una masa más sólida.

- ‘Ahora, la cortamos, la moldeamos y le damos forma. Luego, la podemos sazonar para hacer diferentes tipos de queso.’ - explicó Don Manuel.

Nicolás se emocionó aún más.

- ‘¿Puedo probarlo? ’ - preguntó, casi saltando de alegría.

- ‘Más tarde, después de que lo dejemos curar un poco.’ - contestó Don Manuel.

Mientras esperaban, Don Manuel llevó a Nicolás a ver a las cabras.

- ‘Ellas también producen leche. ¿Sabías que se puede hacer yogur con la leche de cabra? ’ - preguntó.

- ‘¡No! ¡Qué interesante! ’ - respondió Nicolás, fascinado.

- ‘Vamos a ordeñarlas y luego haremos un yogur delicioso.’

Al final del día, tras ordeñar las cabras y aprender a hacer yogur, fue el momento de probar lo que habían creado.

- ‘Aquí tienes, esta es la leche, el queso y el yogur que hicimos hoy.’ - le dijo Don Manuel, sirviéndole una porción.

- ‘¡Todo sabe increíble! ’ - exclamó Nicolás mientras saboreaba cada bocado.

- ‘Lo más importante, Nicolás, es que cada producto lácteo tiene un proceso que requiere cuidado y amor hacia los animales. Todo esto no sería posible sin la conexión que tenemos con ellos.’ - explicó Don Manuel.

Al regresar a casa, Nicolás llevaba consigo no solo deliciosos productos, sino también las lecciones aprendidas sobre la importancia de los animales y cómo contribuyen a la producción de los alimentos.

Ese día, se sintió inspirado para contarles a sus amigos sobre su aventura en la granja, pero, sobre todo, se sintió agradecido por la oportunidad de aprender sobre el maravilloso mundo de los lácteos.

FIN.

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