Un viaje a Naiguatá
Había una vez dos amigas llamadas Martina y Sofía que decidieron hacer un viaje a Naiguatá, un hermoso pueblo costero. Empacaron sus cosas y se subieron al auto de los padres de Martina.
El camino estaba lleno de risas y canciones. Al llegar, se instalaron en una acogedora cabaña frente al mar. En su primer día, decidieron explorar el pueblo juntas. Caminaron por la playa y se encontraron con un anciano pescador llamado Don José.
Él les contó historias sobre la amistad y la generosidad, llenas de sabiduría. - 'La verdadera amistad es como el mar, a veces en calma y otras veces agitada, pero siempre presente', les dijo.
Las amigas escucharon atentamente, y decidieron ayudar a Don José a limpiar la playa. Trabajaron juntas, recogiendo basura y cuidando el ambiente. Esta experiencia les enseñó el valor de la colaboración y el cuidado del entorno.
En los días siguientes, compartieron momentos inolvidables: construyeron castillos de arena, probaron platos típicos y observaron la belleza del océano al atardecer. En una excursión por la montaña, se encontraron con un perro abandonado. Martina y Sofía no dudaron en cuidarlo y llevarlo a un refugio de mascotas.
Este acto de bondad fortaleció aún más su amistad. Al final del viaje, Martina y Sofía entendieron que la verdadera amistad se trata de estar ahí el uno para el otro, de compartir momentos felices, pero también de apoyarse en los momentos difíciles.
Con el corazón lleno de valiosas lecciones, regresaron a casa, sabiendo que su amistad sería para siempre.
FIN.