Un viaje con papás por Europa

Había una vez una familia formada por Martina, una niña curiosa y aventurera, y sus papás, Juana y Diego. Martina siempre soñaba con viajar por el mundo y conocer lugares increíbles. Un día, sus papás le dijeron: “Martina, ¿qué te parece si hacemos un viaje juntos por Europa? Podremos descubrir la belleza de París, la historia de Roma, la diversión en Barcelona y muchos otros lugares maravillosos”. Martina no podía contener su emoción, ¡un viaje con sus papás a Europa!

Prepararon todo para su aventura: maletas, pasaportes y mucha emoción. Al llegar a París, Martina quedó maravillada con la Torre Eiffel, los deliciosos croissants y las calles llenas de arte. Se sentía como si estuviera dentro de un cuento de hadas.

Pero un día, mientras paseaban por las calles de Roma, Martina se perdió. Estaba asustada, no podía encontrar a sus papás por ninguna parte. Corrió de un lado a otro sin saber qué hacer. Finalmente, se acercó a un policía y le explicó lo sucedido. El policía, con amabilidad, la ayudó a buscar a sus papás. Después de unos angustiantes momentos, Martina se reencontró con Juana y Diego. Fue un gran alivio para todos. Aquel susto les recordó lo importante que es cuidarse y no separarse en lugares desconocidos.

A medida que su viaje continuaba, Martina aprendía muchísimo sobre la historia, la cultura y las costumbres de cada lugar que visitaban. Se maravillaba con la grandeza del Coliseo en Roma, se sumergía en la frescura de los jardines de Barcelona y disfrutaba del sabor de la pizza en Florencia. Todos juntos vivieron momentos inolvidables.

Al regresar a casa, Martina se dio cuenta de lo afortunada que era por tener unos papás que la llevaban a conocer el mundo. Comprendió que cada viaje es una oportunidad para aprender, crecer y fortalecer los lazos familiares. Y aunque el mundo sea grande, siempre habrá un lugar especial al lado de quienes más queremos.