Un viaje de amabilidad


Había una vez una niña llamada Nina, a quien le encantaba leer cuentos antes de dormir. Una noche, mientras estaba profundamente dormida, tuvo un sueño muy especial.

Soñó que se metía dentro del cuento de Alicia en el país de las maravillas. Cuando Nina abrió los ojos, se encontró en un lugar mágico y colorido.

Había conejos blancos corriendo por todas partes, flores que hablaban y hasta una tetera con pies que bailaba al son de la música. Nina no podía creer lo que veía. De repente, apareció Alicia y le dio la bienvenida al país de las maravillas. "¡Hola! Me llamo Alicia", dijo entusiasmada. "¿Cómo te llamas tú?".

"Nina" , respondió emocionada la niña. "No puedo creer que esté aquí". Alicia sonrió y le explicó a Nina cómo funcionaba aquel extraño lugar.

Le contó sobre el Conejo Blanco y su constante prisa, sobre el Sombrerero Loco y su interminable té de locura, e incluso sobre la Reina de Corazones y sus juegos desafiantes. Nina estaba fascinada con todo lo que Alicia le contaba y decidió explorar más a fondo aquel mundo mágico junto a ella.

Caminaron juntas por el Bosque Encantado donde los árboles tenían caras amigables y los animales hablaban en rima. Pasaron por el Jardín de las Mariposas Gigantes donde pudieron ver hermosas mariposas volando libremente entre las flores multicolores. Pero entonces algo inesperado ocurrió.

El Conejo Blanco apareció corriendo y gritando: "¡La Reina de Corazones está enfadada! ¡Tenemos que encontrar la manera de calmarla antes de que haga una locura!". Nina y Alicia se pusieron en marcha para ayudar al Conejo Blanco.

Buscaron por todos lados hasta que encontraron un libro mágico que contenía la solución para calmar a la Reina: un poema especial lleno de amor y amabilidad.

Decididas a poner fin a los problemas, las dos niñas corrieron hacia el castillo donde la Reina estaba causando estragos. Cuando llegaron, comenzaron a recitar el poema:"Con palabras amables, todo es posible, cambia tu ira por un corazón risueño. El amor y el respeto son nuestra guía, así seremos felices cada día".

A medida que recitaban el poema, la ira de la Reina se fue disipando poco a poco. Pronto, su rostro se iluminó con una hermosa sonrisa y sus ojos reflejaron bondad.

La Reina les dio las gracias a Nina y Alicia por haberle mostrado cómo transformar su rabia en amor. A partir de ese momento, decidió gobernar su reino con amabilidad y justicia.

Nina aprendió una gran lección durante esta aventura en el país de las maravillas: que los problemas pueden resolverse con palabras amables y acciones bondadosas. También se dio cuenta de lo importante que es escuchar a los demás y tratarlos con respeto. Cuando despertó, Nina recordó cada detalle del sueño como si hubiera sido real.

Se levantó de la cama con una gran sonrisa y decidió llevar consigo la lección que había aprendido en su corazón. Desde aquel día, Nina se convirtió en una niña amable y comprensiva, siempre dispuesta a ayudar a los demás.

Y cuando leía cuentos antes de dormir, soñaba con nuevos mundos llenos de aventuras emocionantes y valiosas enseñanzas para seguir creciendo como persona.

Y así, Nina vivió muchas más historias mágicas en sus sueños, siempre recordando el poder de la bondad y la importancia de llevarlo consigo cada día.

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