Un Viaje de Amistad y Descubrimiento



Había una vez en un pequeño jardín de infantes en Argentina, tres niños llamados Sofía, Mateo y Valentina. Aunque solo tenían tres años, eran muy curiosos y siempre estaban ansiosos por aprender cosas nuevas.

Un día, mientras jugaban en el patio del jardín, se dieron cuenta de que cada uno tenía algo especial para compartir con sus amigos. Sofía tenía un libro sobre Colombia, donde había vivido durante algún tiempo antes de mudarse a Argentina.

Mateo había probado la comida colombiana gracias a su abuelita colombiana y conocía algunos platos tradicionales. Y Valentina había visitado Colombia con su familia y recordaba algunos lugares hermosos que habían explorado juntos.

Decidieron unir sus conocimientos y organizar una sorpresa para el resto de los niños del jardín: contarles cómo era Colombia. Estaban emocionados por compartir su amor por ese país maravilloso.

El día siguiente, durante la hora del almuerzo, los tres amigos se acercaron al grupo de niños reunidos alrededor de una mesa larga. Con entusiasmo en sus ojos y sonrisas en sus rostros, comenzaron a contarles todo lo que sabían. "¡Hola a todos! Hoy queremos hablarles sobre nuestro país favorito: ¡Colombia!", exclamó Sofía emocionada.

Todos los demás niños miraron con asombro a los tres amigos mientras comenzaban a contar historias sobre las montañas majestuosas que rodean el paisaje colombiano.

"En Colombia hay montañas tan altas que tocan el cielo", dijo Mateo mientras señalaba hacia arriba con su manito. Valentina continuó diciendo: "Y en esas montañas, hay una ciudad llamada Bogotá, donde viven muchas personas y se puede visitar el Museo del Oro".

Los niños estaban fascinados por las historias y no podían esperar para saber más. Sofía tomó su libro y comenzó a mostrarles imágenes de la hermosa ciudad amurallada de Cartagena. "¡Miren! En Cartagena hay calles llenas de colores y casitas con balcones adornados con flores", dijo Sofía mientras señalaba las fotos.

Mateo aprovechó ese momento para hablar sobre la comida colombiana. Les contó sobre el plato nacional llamado "bandeja paisa" que incluye arroz, frijoles, carne, huevo frito y plátano maduro.

"¡Es tan delicioso!", exclamó Mateo mientras todos los niños imaginaban cómo sabría esa combinación de sabores. Después de compartir todas sus historias e imágenes emocionantes, los tres amigos invitaron a todos los niños a unirse en un juego especial: simular un viaje a Colombia.

Caminaron alrededor del jardín como si estuvieran explorando las montañas colombianas. Cantaron canciones tradicionales y bailaron al ritmo de la música folklórica. Incluso hicieron una pequeña feria gastronómica donde compartieron algunos dulces típicos colombianos hechos por las familias de cada niño.

Al finalizar el día, todos los niños estaban felices y emocionados por haber aprendido tanto sobre Colombia gracias a Sofía, Mateo y Valentina. Se dieron cuenta de que aunque eran pequeños, podían aprender cosas nuevas y compartir sus conocimientos con los demás.

Desde ese día, el jardín de infantes se llenó de historias sobre diferentes países y culturas, gracias a la inspiración de Sofía, Mateo y Valentina. Los niños aprendieron que todos somos diferentes pero también tenemos muchas cosas en común.

Así es como estos tres pequeños amigos no solo compartieron su amor por Colombia, sino que también enseñaron a todos los demás niños del jardín la importancia de aprender sobre otros lugares y culturas.

Juntos, descubrieron que el mundo es un lugar maravilloso lleno de diversidad y aventura.

FIN.

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