Un Viaje en Equipo



Había una vez en Vocalandia, un lugar mágico donde las vocales vivían felices y cantaban todo el día. Allí habitaban la vocal A, E, I, O y U.

Cada una de ellas tenía su propia casita en un hermoso prado lleno de flores y arcoíris. Un día soleado, las vocales decidieron aventurarse fuera de Vocalandia para explorar el mundo que las rodeaba.

Se encontraron con nuevos amigos como el sol, la luna y los pájaros que cantaban melodías alegres. Mientras caminaban por el bosque encantado, se toparon con una ardilla muy traviesa llamada Trisqueta.

La ardilla les dijo: "¡Hola vocales! ¿Quieren ayudarme a encontrar mis nueces escondidas?" Las vocales asintieron emocionadas y comenzaron a buscar por todos lados. La vocal A encontró una nuez bajo un árbol alto. "¡A-a-a! ¡Aquí está!" exclamó emocionada mientras mostraba la nuez a sus amigas. La vocal E encontró otra nuez cerca del río cristalino.

"¡E-e-e! ¡Mirad lo que tengo!" gritó felizmente. Después de un rato buscando, la vocal I tuvo mucha suerte al encontrar dos nueces juntas en lo alto de un arbusto espinoso.

"¡I-i-i! ¡Miren cuántas he encontrado!" dijo orgullosa mientras sostenía las nueces con mucho cuidado. La vocal O estaba decidida a encontrar más nueces y se adentró en el espeso bosque. Después de mucho buscar entre los árboles, encontró una nuez escondida detrás de un tronco.

"¡O-o-o! ¡Aquí está!" exclamó con alegría. Mientras tanto, la vocal U buscaba en el prado lleno de flores y finalmente encontró una nuez enterrada bajo tierra.

"¡U-u-u! ¡Encontré una también!" gritó emocionada mientras mostraba su hallazgo a las demás vocales. Después de encontrar todas las nueces, las vocales se dieron cuenta de que habían formado palabras juntas: "A-E-I-O-U". Se miraron entre sí con asombro y risas de alegría. Habían creado la palabra —"AEIOU" , el abecedario completo.

Las vocales regresaron a Vocalandia muy felices y satisfechas con su aventura. Agradecieron a Trisqueta por haberlas ayudado a encontrar las nueces y prometieron volver pronto para seguir explorando juntos.

Desde aquel día, las vocales aprendieron que trabajar en equipo les permitía descubrir cosas maravillosas y formar palabras mágicas. Y así, en Vocalandia, siempre cantaban llenas de alegría y compartían su conocimiento con todos los niños del mundo. Y colorín colorado, este cuento ha terminado.

FIN.

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