Un Viaje Estrellado



Había una vez, en un pueblo pequeño en el norte de Francia, un pintor llamado Vincent. Era un hombre de grandes sueños y aún más grandes pinceles. Un día, mientras miraba al cielo nocturno, se dio cuenta de que quería crear una obra maestra que capturara la magia y la belleza de las estrellas. Había escuchado historias de paisajes asombrosos repartidos por toda Europa, y decidió que debía encontrarlos.

- “Debo salir de aquí y buscar la mejor vista del cielo para mi pintura,” se dijo a sí mismo mientras se preparaba para su aventura.

Vincent empacó sus cosas y tomó su sombrero más travieso. Primero se dirigió a Italia, famoso por sus colinas y cielos despejados. Al llegar, conoció a una anciana llamada Matilda, que pintaba flores en campos llenos de luz.

- “¿Cómo puedo encontrar un paisaje que me inspire? ” preguntó Vincent, con los ojos brillantes de emoción.

- “A veces, la inspiración está justo frente a nuestros ojos. Solo debes mirar,” respondió Matilda mientras mezclaba colores vibrantes en su paleta. Su consejo llenó a Vincent de esperanza, y decidió explorar un hermoso campo lleno de girasoles.

Después de días de caminar, Vincent dejó Italia y siguió su camino hacia los Alpes suizos. Allí, se encontró con un niño llamado Lukas, que estaba volando un papelote por la montaña.

- “¿Por qué vuelas un papelote tan alto? ” inquirió Vincent.

- “Las estrellas están más cerca desde aquí, puedo tocarlas,” contestó Lukas, apuntando al cielo. La alegría en sus ojos le enseñó a Vincent que a veces lo simple es lo más hermoso. Sin embargo, todavía no había encontrado el paisaje que deseaba.

Continuó su viaje hasta llegar a los campos de lavanda de Provenza. Allí conoció a una niña llamada Eloísa, que jugaba con mariposas.

- “¿No son hermosas las mariposas? ” le preguntó Eloísa.

- “Sí, pero no sé si esto es lo que busco,” se sintió un poco perdido.

Al ver la tristeza en el rostro de Vincent, la niña tuvo una idea.

- “¿Y si miramos hacia el cielo al atardecer? Tal vez allí encuentres tu respuesta.”

Vincent se sintió emocionado y fue con ella. Cuando el sol comenzó a ponerse, el cielo se llenó de estrellas brillantes y colores nunca antes vistos.

- “¡Mira! Eso es exactamente lo que quiero pintar,” exclamó Vincent, sintiendo que había encontrado lo que buscaba. La combinación de los campos de lavanda y el cielo de colores vibrantes lo inspiró profundamente.

Sin embargo, cuando fue a comenzar a pintar, una tormenta repentina llegó y cubrió todo con oscuridad. Vincent se desanimó.

- “¿Y ahora qué haré? Todo está desordenado,” dijo, mirando desesperanzado.

Justo entonces, Eloísa corrió hacia él.

- “¡No te rindas! A veces, las tormentas traen nuevos colores y formas. Pintá lo que sientas, no solo lo que ves.”

Las palabras de la niña resonaron en su corazón. Decidió encontrar su visión personal, incluso en la oscuridad. Con valentía, comenzó a pintar de nuevo, dejando que su corazón lo guiara.

Al día siguiente, después de la tormenta, el sol salió con más fuerza que nunca. Vincent vio la luz que se filtraba a través de las nubes, y su corazón latía con emoción. Con su brocha en mano, le dio vida a lo que había imaginado.

Días después, presentó su obra al mundo: "La Noche Estrellada". La gente se maravilló de los colores y las formas, y las estrellas parecían danzar en el cielo.

- “Vincent, ¡es una obra maestra! ” gritaron los habitantes del pueblo, mientras admiraban el lienzo lleno de sueños y luz.

Vincent sonrió, agradecido por la ayuda que recibió en su camino. Aprendió que las verdaderas inspiraciones a menudo vienen de las experiencias compartidas y de la mirada inocente de un niño.

Y así, el origen de "La Noche Estrellada" no solo fue un cielo despejado, sino también una bella historia de amistad y descubrimiento, que recorrió Europa en busca de la magia que todos llevamos dentro.

Y colorín colorado, esta historia se ha acabado.

FIN.

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