Un viaje eterno



Había una vez, en un pequeño pueblo de Argentina, un tren mágico llamado "El Expreso del Amor". Este tren tenía la peculiaridad de que solo viajaban parejas de enamorados que estaban a punto de casarse.

Cada año, el 13 de febrero, las parejas subían al tren para recibir la bendición del amor y comenzar su vida juntos. En ese año en particular, todos los habitantes del pueblo estaban emocionados por el próximo viaje en el Expreso del Amor.

Las parejas se prepararon con entusiasmo y esperanza para embarcarse en este maravilloso trayecto hacia su felicidad eterna. Entre las parejas se encontraba Lucas y Martina, dos jóvenes llenos de alegría y amor.

Ambos llevaban años soñando con este momento especial en sus vidas. Estaban convencidos de que el poder mágico del tren les traería buena suerte en su matrimonio.

El día 13 de febrero llegó finalmente y las campanas sonaron anunciando la partida del Expreso del Amor. Las parejas subieron al tren con ilusiones y sueños por cumplir. Los vagones estaban decorados con flores y corazones rojos, creando un ambiente romántico que llenaba el aire.

Mientras el tren avanzaba por los rieles, los novios disfrutaban mirando por las ventanas paisajes hermosos e intercambiando risas cómplices. Pero algo inesperado ocurrió: una fuerte tormenta cayó sobre el pueblo y comenzó a llover intensamente.

Las gotas golpeaban los cristales del tren como si fueran pequeñas piedras, haciendo que los novios se preocuparan.

Martina miró a Lucas con temor y preguntó: "¿Crees que nuestra suerte cambiará por esta tormenta?"Lucas la abrazó cariñosamente y le respondió: "El amor verdadero siempre encuentra una manera de brillar, sin importar las circunstancias". Mientras tanto, en el vagón de al lado, había una pareja llamada Pablo y Laura. Ellos también estaban preocupados por la tormenta.

Laura dijo angustiada: "¿Y si esto es una señal de que nuestro amor no está destinado a ser?"Pablo tomó su mano con firmeza y le aseguró: "No permitiremos que un poco de lluvia apague nuestra felicidad. Juntos superaremos cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino".

A medida que el tren avanzaba bajo la lluvia torrencial, las parejas comenzaron a cantar canciones románticas para mantenerse animadas. Sus voces llenaron los vagones del tren, creando un ambiente mágico.

De repente, el Expreso del Amor dio un brusco giro hacia la derecha y salió de los rieles. Los novios gritaron asustados mientras el tren avanzaba por un camino desconocido. Después de unos minutos de incertidumbre, el tren se detuvo en un lugar misterioso rodeado de árboles frondosos y flores exóticas.

Las parejas bajaron del tren confundidas pero emocionadas por lo que estaba por venir. En ese momento apareció ante ellos una anciana sabia y sonriente.

Les explicó que este lugar era conocido como "El Jardín del Amor" y que solo aquellos con un amor verdadero podían llegar hasta allí. La anciana les dijo: "La tormenta fue una prueba para sus corazones. Fueron valientes y no dejaron que el miedo los detuviera.

Ahora, están aquí porque su amor es fuerte y auténtico". Las parejas se miraron entre sí, sintiendo una profunda conexión en sus corazones.

Se dieron cuenta de que habían superado todas las adversidades juntos y estaban listos para enfrentar cualquier desafío que la vida les presentara. La anciana les entregó a cada pareja una pequeña planta de rosa roja como símbolo de su amor eterno.

Les recordó que el verdadero amor requiere cuidado y paciencia, al igual que las rosas necesitan ser regadas y protegidas para florecer. Con lágrimas de felicidad en los ojos, las parejas regresaron al Expreso del Amor para continuar su viaje hacia el matrimonio.

Aprendieron que el amor verdadero no tiene límites ni barreras, y siempre encuentra la forma de triunfar ante los obstáculos. Desde ese día, cada vez que llovía en el pueblo, todos recordaban la historia del tren mágico y cómo las parejas encontraron su camino hacia el Jardín del Amor.

Y así, generación tras generación, mantuvieron viva la tradición de subir al Expreso del Amor el 13 de febrero para celebrar su amor eterno.

Y así fue como Lucas y Martina, Pablo y Laura, junto con muchas otras parejas encontraron en aquel viaje algo más importante que la simple superstición: descubrieron que el verdadero amor es capaz de superar cualquier adversidad y convertirse en una fuerza inquebrantable que los acompañaría durante toda su vida.

FIN.

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