Un viaje fantástico en tren



Era un hermoso día soleado cuando Lila, una niña curiosa y aventurera, decidió que era el momento de explorar el mundo más allá de su barrio. Su abuela le había contado historias de un tren mágico que recorría paisajes maravillosos, lleno de sorpresas. Así que, decidida, se puso su gorra favorita y se dirigió a la estación de trenes.

Al llegar, Lila quedó fascinada. Había trenes de todos los colores, pero uno en particular llamó su atención: era un tren de un azul brillante con dorados destellos que parecían bailar con la luz del sol.

"¿Está este tren a punto de partir?" - preguntó Lila a un amable hombre mayor que estaba junto a la puerta del tren.

"¡Oh, sí!" - respondió el hombre con una sonrisa "Este es el tren mágico que te llevará a lugares asombrosos. Solo es necesario que desees realmente aventurarte y tengas un buen corazón."

Sin pensarlo dos veces, Lila subió al tren. Al instante, el coche se llenó de luces brillantes y colores deslumbrantes. Al lado de ella, se sentó un pequeño dragón de pelaje suave y escamoso.

"Hola, soy Drako. ¿Eres nueva por aquí?" - preguntó el dragón moviendo su cola emocionado.

"¡Hola! Soy Lila. ¡Es mi primer viaje en este tren!" - respondió Lila, sintiéndose emocionada por la compañía.

En poco tiempo, el tren comenzó su viaje atravesando montañas gigantes y valles verdes. Las ventanas estaban llenas de paisajes que cambiaban en cada instante. De pronto, el tren se detuvo en un bosque encantado.

"¡Mirá!" - gritó Drako, señalando un grupo de animales que jugaban en el bosque. Lila vio a un ciervo, un zorro y, sorprendentemente, una tortuga que se movía muy rápido.

"¿Por qué corre la tortuga tan rápido?" - preguntó Lila, intrigada.

"En este lugar, todos los animales tienen talento especial. La tortuga es la más veloz de su especie aquí. ¡Deberías intentar hablar con ellos!" - sugirió Drako.

Así que, Lila se acercó a los animales.

"Hola, ¿por qué corren tan rápido?" - preguntó Lila, curiosa.

"¡Es un juego! En este bosque, buscamos el árbol más antiguo y mágico, y el que lo alcance primero podrá hacer un deseo. ¡Vamos, acompáñanos!" - respondió el ciervo.

Lila se unió al juego, y mientras corría junto a los animales, empezó a notar algo muy especial: cada uno de los animales, a pesar de sus diferencias, se ayudaban mutuamente. El zorro, más ágil, ayudaba a la tortuga a esquivar obstáculos, mientras que el ciervo aseguraba que todos estuvieran juntos.

Finalmente, llegaron al gran árbol mágico. Todos estaban cansados pero felices.

"¡Felicitaciones! ¡Pudiste llegar! Ahora puedes hacer tu deseo!" - le animó el zorro.

"Deseo... poder volver aquí y seguir aprendiendo de ustedes y compartir con otros lo que he visto" - dijo Lila con sinceridad.

Los animales sonrieron.

"Tu deseo es muy lindo, Lila. Y puedes volver siempre que quieras. Aquí encontrarás amigos y muchas aventuras más." - dijo la tortuga orgullosa.

Después de la aventura en el bosque encantado, el tren mágico continuó su viaje. Lila y Drako se despidieron de sus nuevos amigos. Lila se sentía diferente; se había dado cuenta de que las diferencias son lo que hace especial a cada ser, pero que trabajar juntos es lo que realmente transforma el mundo.

Finalmente, el tren regresó a la estación. Lila saltó con alegría, y al despedirse de Drako, prometió volver.

"Siempre habrá espacio en el tren mágico para ti, Lila. Recuerda, cada aventura comienza con un pequeño deseo. ¡Hasta luego!" - le gritó Drako mientras el tren se alejaba.

Desde ese día, Lila supo que la amistad y la aventura estaban llenas de magia, y que nunca había que dejar de explorar y aprender. Y así, cada vez que buscaba un nuevo lugar que descubrir, recordaba su viaje en el tren mágico y a todos los amigos que había hecho.

Y así concluye la historia de Lila, la niña que aprendió que la verdadera magia está en la amistad y la diversidad.

FIN.

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