Un viaje inesperado al amor en París
Felipe y Juliana estaban muy emocionados porque finalmente se iban de luna de miel a París, la ciudad del amor. Al llegar al hotel, descubrieron que habían olvidado su guía turística en casa. "No te preocupes", dijo Felipe.
"Podemos hacerlo por nuestra cuenta". Así que comenzaron su aventura explorando los hermosos jardines de Luxemburgo. Felipe tomó muchas fotos de las flores mientras Juliana admiraba el paisaje. De repente, un pequeño pájaro se acercó volando hacia ellos.
"¡Mira!", exclamó Juliana, señalando al ave. "Es tan lindo". El pájaro parecía estar buscando algo entre los arbustos cercanos. Curiosos, decidieron seguir al pájaro para ver qué estaba haciendo.
Los llevó a través del parque hasta una pequeña calle lateral donde había un anciano sentado en un banco alimentando a los palomas con migas de pan. —"Bonjour" , saludó el anciano amablemente cuando notaron su presencia. "¿Puedo ayudarlos en algo?".
Felipe y Juliana explicaron que estaban tratando de encontrar algunos lugares interesantes para visitar sin su guía turística y el hombre sonrió sabiamente.
"Bueno, tengo una idea para ti", dijo el anciano mientras sacaba un mapa antiguo arrugado del bolsillo trasero de sus pantalones y lo desplegaba sobre el banco frente a ellos. Señaló varios lugares famosos como Notre Dame, la Torre Eiffel y Montmartre antes de marcar algunos lugares menos conocidos pero igualmente encantadores como Le Marais y Canal Saint-Martin.
"¡Muchas gracias!", exclamaron Felipe y Juliana, agradecidos por la ayuda del anciano. "¡Vamos a empezar nuestro recorrido de inmediato!". Así comenzó su aventura en París. Descubrieron lugares hermosos y desconocidos, probaron comida francesa deliciosa y se divirtieron mucho juntos.
Pero justo cuando pensaban que habían visto todo lo que había para ver, ocurrió un giro inesperado. Mientras caminaban por las calles empedradas de Montmartre, encontraron una pequeña tienda de antigüedades con un cartel que decía "Objetos mágicos".
Intrigados, entraron en la tienda donde el propietario les mostró una caja antigua tallada a mano. "Dice aquí que esta caja contiene un hechizo amoroso", explicó el hombre mientras abría lentamente la tapa.
De repente, una luz brillante salió de la caja y envolvió a Felipe y Juliana en un aura dorada. Los dos se miraron a los ojos y supieron al instante que estaban destinados a estar juntos para siempre.
"Te amo", dijo Felipe mientras le daba un beso apasionado a Juliana. "Yo también te amo", respondió ella sonriendo felizmente. Y así terminó su luna de miel mágica e inspiradora en París, donde descubrieron el verdadero significado del amor verdadero y la aventura auténtica.
FIN.