Un Viaje Inolvidable



Érase una vez, en un bello país llamado Ecuador, tres amigos y amigas de diferentes culturas y etnias que se conocieron durante un emocionante viaje.

María, una niña de la etnia Kichwa, con sus hermosos ojos oscuros y cabello largo; Carlos, un niño de la etnia Waorani, con su valentía y espíritu aventurero; y Alejandra, una niña de la etnia Afroecuatoriana, con su extraordinario ritmo para la danza.

Los tres se encuentran en un colorido festival en medio de la selva ecuatoriana que celebra la diversidad de su país. -Hola, soy María, ¿y ustedes? -dijo ella con una sonrisa. -Soy Carlos, de la selva amazónica, ¿y tú? -respondió emocionado.

-Soy Alejandra, vengo de la costa, ¡qué lindo es conocerlos! -exclamó con alegría. Juntos disfrutaron de la música, la danza y las tradiciones de cada uno. A lo largo del viaje, descubrieron lo mucho que tenían en común a pesar de sus diferencias culturales.

Aprendieron palabras nuevas en sus idiomas, compartieron sus costumbres y se apoyaron mutuamente. María les enseñó a tejer a Carlos y Alejandra, Carlos les mostró cómo cazar con arco y flecha, y Alejandra les enseñó a bailar al ritmo de la marimba.

Un día, mientras exploraban la selva, se encontraron con un río caudaloso. -¡Qué hermoso! Pero, ¿cómo lo cruzaremos? -se preguntó María. -Yo puedo hacer una canoa con la ayuda de algunos árboles cercanos, es algo que aprendí de mi tribu -respondió Carlos con determinación.

Y así, entre risas y trabajo en equipo, lograron construir una resistente canoa para cruzar el río. Después de superar esta aventura, comprendieron que juntos podían lograr cualquier cosa.

Finalmente, llegaron a la costa, donde Alejandra les mostró su comunidad y les enseñó a preparar deliciosos platillos con ingredientes propios de su cultura. Así, cada uno compartió un pedacito de su mundo con los demás. Al despedirse, prometieron mantener su amistad viva y seguir aprendiendo el uno del otro.

María, Carlos y Alejandra regresaron a sus hogares con el corazón lleno de gratos recuerdos y la certeza de que la diversidad es lo que hace al mundo un lugar maravilloso.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!