Un viaje inolvidable

Ana y sus compañeros de escuela estaban emocionados por su viaje de egresados a Bariloche. El día del viaje, subieron al micro con entusiasmo y ansias de vivir aventuras.

Al llegar, se hospedaron en una acogedora cabaña rodeada de bosques nevados. "¡Qué hermoso lugar!" exclamó Ana al contemplar el paisaje. Durante los primeros días, disfrutaron de las actividades típicas: esquí, snowboard y paseos en trineo.

Sin embargo, Juan, un compañero un poco tímido, se mostraba inseguro para participar en las actividades extremas. "¿Qué te pasa, Juan?" preguntó Ana preocupada. "Me da miedo intentarlo, creo que no podré hacerlo bien", respondió Juan. Ana recordó una lección que su abuelo le había enseñado: la importancia de superar los miedos.

Decidió ayudar a Juan a vencer sus temores. Juntos, practicaron esquí y, con paciencia y apoyo mutuo, Juan superó su miedo y logró deslizarse por las pistas. El grupo, al ver la determinación de Juan, se unió para alentarlo.

Esa noche, en la fogata, compartieron anécdotas y risas, sellando su amistad. Al siguiente día, el grupo decidió explorar el bosque, donde se encontraron con un guardaparques que les habló sobre la importancia de cuidar la naturaleza.

Inspirados, recogieron la basura que encontraron en su camino. Al regresar a la cabaña, se sentían orgullosos por habitar un lugar más limpio. El viaje llegaba a su fin, y Ana notó que todos habían crecido y aprendido mucho.

En el último día, prepararon una obra benéfica para ayudar a una escuela local. Realizaron una venta de pasteles y juntaron fondos para donar libros y material escolar.

Con alegría en sus corazones, se despidieron de Bariloche, llevando consigo recuerdos imborrables y el valor de la amistad, el trabajo en equipo y el respeto por la naturaleza.