Un Viaje Mágico
Una tarde soleada en la hermosa ciudad de Saladillo, Sebastián y Delfina estaban muy emocionados porque finalmente habían cumplido su sueño: abrir una pizzería.
Pero no era una pizzería cualquiera, era un lugar especial donde solo se servían pizzas elaboradas con masa madre y cocinadas en un tradicional horno a leña. Su estilo era napoletano, como las auténticas pizzas de Italia. Sebastián y Delfina sabían que para tener éxito en su negocio debían ofrecer algo único y delicioso.
Por eso, dedicaron mucho tiempo a perfeccionar su receta de masa madre, cuidando cada detalle para lograr una textura esponjosa y un sabor inigualable.
Un día, mientras trabajaban en la cocina de la pizzería, escucharon un ruido extraño proveniente del horno a leña. Se acercaron curiosos y descubrieron que había caído una pequeña estrella por el conducto de humo. Era brillante y parecía estar viva. - ¡Mira Delfina! ¡Es una estrella! - exclamó Sebastián sorprendido.
La estrella comenzó a hablar con voz melodiosa:- Hola queridos amigos, mi nombre es Estrellita Mágica. Me he perdido en el camino hacia el cielo y caí aquí por accidente.
¿Podrían ayudarme? Sebastián y Delfina se miraron asombrados pero decidieron ayudar a la amigable estrellita. - Claro que sí Estrellita Mágica, te ayudaremos - respondió Delfina sonriendo. Juntos buscaron formas de hacer que Estrellita Mágica regresara al cielo. Intentaron lanzarla al aire, pero ella volvía a caer.
Pensaron en construir una escalera, pero no tenían los materiales adecuados. - ¿Qué haremos ahora? - preguntó Sebastián preocupado. Entonces Delfina tuvo una idea brillante: utilizar la masa madre para construir un cohete.
Sabían que la masa madre era muy elástica y se podía moldear fácilmente, por lo que podría funcionar como un material resistente para el cohete. Sebastián y Delfina trabajaron arduamente durante días, amasando la masa madre hasta lograr la forma perfecta del cohete.
Luego lo llevaron al horno a leña para cocinarlo lentamente hasta que estuviera firme y dorado. Finalmente, llegó el momento de probar su invento.
Colocaron a Estrellita Mágica dentro del cohete de masa madre y lo lanzaron hacia el cielo con todas sus fuerzas. El cohete despegó rápidamente dejando una estela dorada en el cielo nocturno. Estrellita Mágica giraba felizmente dentro del cohete mientras ascendía hacia las estrellas.
Cuando alcanzó el cielo, salió disparada y comenzó a bailar entre las constelaciones. - ¡Gracias por ayudarme! Los recordaré siempre - dijo Estrellita Mágica antes de desaparecer en el firmamento. Sebastián y Delfina se miraron radiantes de felicidad sabiendo que habían hecho algo especial.
Su pizzería se convirtió en un lugar mágico donde no solo se disfrutaban las deliciosas pizzas, sino también los sueños se hacían realidad. Desde aquel día, cada vez que alguien visitaba la pizzería de Sebastián y Delfina, podía ver una pequeña estrella dibujada en el techo.
Era un recordatorio de la amistad con Estrellita Mágica y de que los sueños pueden hacerse realidad si creemos en ellos y trabajamos duro para lograrlos.
FIN.