Un Viaje por Colombia



Una mañana radiante, Yoberlin se despertó lleno de energía. Mientras desayunaba, miró por la ventana y vio algo brillante en su jardín. Intrigado, salió a investigar y se encontró con una hermosa alfombra voladora. Era de colores vibrantes y tenía dibujos de montañas, ríos y selvas.

"¡Wow! ¿Qué es esto?" - exclamó Yoberlin, acariciando el suave tejido.

De pronto, la alfombra comenzó a hablar.

"¡Hola, Yoberlin! Soy la alfombra mágica de los paisajes. Puedo llevarte a explorar el relieve colombiano. ¿Te gustaría viajar conmigo?" - dijo con una voz melodiosa.

Yoberlin no podía creer su suerte.

"¡Sí, claro! ¡Adelante!" - respondió, saltando sobre la alfombra.

La alfombra se elevó en el aire y, en un instante, se encontró sobre las majestuosas montañas de los Andes.

"¡Mirá! Estos son los Andes, la cadena montañosa más larga del mundo. Se extiende por varios países de Sudamérica, incluida Colombia", dijo la alfombra。

Yoberlin se asomó y vio cómo las montañas se mantenían firmes, cubiertas de verde y con picos nevados.

"¡Es increíble!" - gritó Yoberlin. "¿Podemos volar más cerca?"

La alfombra descendió suavemente, y cuando llegaron al pie de las montañas, Yoberlin notó un grupo de niños jugando con una pelota.

"¡Hola, amigos!" - les saludó Yoberlin, emocionado.

"¡Hola! Estoy explorando Colombia. ¿Qué hacen aquí?" - preguntó curioso.

"Estamos jugando al fútbol y aprendiendo sobre nuestra geografía. Aquí cerca está el Parque Nacional Natural Los Nevados. ¿Sabías que tiene glaciares?" - dijo una niña.

"¡No! Pero me encantaría verlo. ¿Vamos juntos?" - propuso Yoberlin.

Los niños aceptaron con entusiasmo y subieron a la alfombra. Con un suave susurro, la alfombra ascendió nuevamente hacia las nubes. De repente, apareció una imponente cadena montañosa con nieves eternas y glaciares brillantes.

"¡Guau! ¡Esto se ve espectacular!" - exclamó Yoberlin, tomando fotos y disfrutando del paisaje.

Pero de pronto, una nube oscura apareció y comenzó a cubrir la vista.

"¡Oh no! ¿Qué está pasando?" - Yoberlin miró preocupado a la alfombra.

"Es solo una tormentita pasajera. ¡No te preocupes! Sigamos nuestro viaje hacia los Llanos!" - aseguró la alfombra.

En cuestión de un minuto, la tormenta desapareció y fueron transportados hacia un vasto paisaje de planicies y ríos.

"Así son los Llanos, una región de pastizales y ríos. Aquí viven muchos animales como los capibaras y las garzas", explicó la alfombra.

Yoberlin vio a lo lejos una manada de caballos salvajes que corrían libres.

"¡Qué hermoso!" - dijo Yoberlin admirado. "¿Podemos ir a verlos más de cerca?"

La alfombra se acercó suavemente y los caballos se detuvieron, mirando curiosos a los nuevos visitantes. Yoberlin sonrió al verlos.

"¡Son tan bonitos!" - dijo, mientras los niños les tiraban un poco de pasto.

Luego, Yoberlin se dio cuenta de que el día estaba avanzando y tenían que regresar, pero aún querían conocer más.

"¿Podemos ver la selva, por favor?" - preguntó Yoberlin.

"¡Por supuesto!" - respondió la alfombra mientras se movían hacia el Amazonas.

Cuando llegaron, el ruido de los animales era intenso: pájaros cantando, ranas croando, y el susurro de las hojas.

La alegría de Yoberlin era indescriptible.

"¿Qué animales hay aquí?" - preguntó ansiosamente.

La alfombra contestó: "Aquí vive el jaguar, el delfín rosado, y una gran variedad de aves y mariposas. ¡Es el más biodiverso de los ecosistemas!"

Yoberlin saltó con alegría al escuchar eso, y juntos exploraron la selva, aprendiendo sobre la importancia de conservar esos hermosos lugares.

Después de un día lleno de aventuras, la alfombra los llevó de regreso a su casa. Los niños se despidieron, prometiendo cuidar el medio ambiente y compartir con otros lo aprendido.

"Gracias, alfombra, por este viaje increíble. Nunca olvidaré Colombia y su hermoso relieve" - dijo Yoberlin con una sonrisa de oreja a oreja.

"Recuerda, Yoberlin, siempre puedes volver a explorar y aprender. El mundo está lleno de sorpresas" - contestó la alfombra mientras se desvanecía en un suave brillo.

Yoberlin volvió a casa, lleno de historias y sueños, y la promesa de seguir educándose y cuidando la Tierra. Y así, su aventura había terminado, pero su aprendizaje apenas comenzaba.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!