Un viaje por Ecuador
En una escuelita muy especial, los niños estaban emocionados porque se acercaba el festival anual donde cada clase representaría la cultura de un país. Esta vez, la maestra Marta decidió que cada grupo representaría diferentes aspectos de la variada y hermosa cultura del Ecuador.
Los niños estaban entusiasmados con la idea, y se pusieron a investigar sobre las tradiciones, la comida, la música y las danzas de este maravilloso país sudamericano. En la clase de arte, los niños se dedicaron a construir maquetas de las famosas islas Galápagos, mientras que en la clase de música, practicaban ritmos tradicionales ecuatorianos con la flauta de pan.
El gran día finalmente llegó, y el festival estaba lleno de color y alegría. La clase de historia presentó una emocionante obra de teatro sobre la vida de los antiguos habitantes de Ecuador, los incas. Luego, la clase de gastronomía deleitó a todos con deliciosos platos típicos como ceviche, locro de papas, y humitas. Los niños de la clase de baile sorprendieron a todos con una hermosa presentación de la danza del Sanjuanito, vistiendo trajes coloridos y moviéndose al ritmo de la música.
Sin embargo, cerca del final del festival, un pequeño percance amenazó con arruinarlo todo. El niño encargado del disfraz de la danza del diablo Huma perdió la máscara justo antes de salir al escenario. Todos los niños estaban preocupados, pero rápidamente se pusieron en marcha para encontrar una solución.
- ¡Tranquilos! ¡Voy a buscar algo con lo que podamos hacer una máscara! - exclamó la valiente Sofía, quien se había preparado para cualquier eventualidad.
Corrió hacia la clase de manualidades y encontró cartón, pinturas y brillantina. Con la ayuda de sus compañeros, se pusieron manos a la obra y rápidamente confeccionaron una hermosa máscara que brillaba con colores y purpurina. Justo a tiempo, pudieron entregarla al niño para que pudiera unirse al resto de la clase en el escenario.
El festival fue todo un éxito, y los niños recibieron elogios de sus familias y profesores. El espíritu de colaboración y trabajo en equipo había triunfado una vez más, mostrando que juntos podían superar cualquier obstáculo.
Al final del día, la maestra Marta felicitó a sus alumnos por el excelente trabajo y les recordó lo importante que era aprender sobre las diferentes culturas del mundo para comprender y respetar a los demás.
Y así, el festival de las culturas del Ecuador se convirtió en una experiencia inolvidable para todos los niños de la escuelita, dejándoles un preciado mensaje de unidad, colaboración y aprecio por la diversidad cultural.
FIN.