Un Viaje por el Mundo
Era un soleado día en el barrio de La Boca, donde María y Pedro, dos amigos inseparables, soñaban con recorrer el mundo.
"¿Te imaginás cómo será viajar a lugares lejanos, ver montañas gigantes y océanos infinitos?" - dijo María, con sus ojos brillando de emoción.
"¡Sí! Y podríamos probar comidas de diferentes países y conocer a gente nueva, cada uno con historias fascinantes" - respondió Pedro, soñando despierto con aventuras.
Un día, mientras exploraban un viejo desván en la casa de Pedro, encontraron un mapa del mundo lleno de colores vibrantes.
"¡Mirá esto! ¡Es un mapa de aventuras!", exclamó Pedro.
"¡Vamos a trazar nuestra ruta!" - dijo María mientras sacaba lápices de colores de su mochila.
Pasaron horas anotando los lugares que querían visitar: la Gran Muralla China, la Torre Eiffel en París, el desierto del Sahara, y la selva amazónica.
"Primero tenemos que aprender sobre cada lugar. No podemos ir ignorantes" - explicó Pedro, decidido.
Y así, empezaron a estudiar. Cada tarde, se reunían en la casa de María con libros, globos terráqueos y videos. Descubrieron curiosidades sobre las culturas, el clima y la historia de cada lugar.
Un día, mientras revisaban un libro sobre Egipto, se encontraron con una gran pregunta.
"¿Cómo podríamos ver las pirámides si no tenemos dinero?" - preguntó Pedro, desanimado.
"Tal vez deberíamos hacer un plan de acción, como vender limonada o galletitas" - sugirió María con una sonrisa inquieta.
Tomaron su decisión. Juntos, armaron un puesto de limonada y galletitas en su barrio. Cada vez que vendían un vaso, contaban a sus clientes sobre sus sueños de viajar por el mundo.
"¿Sabían que estamos ahorrando para viajar a Egipto?" - les contaban.
Los vecinos quedaron tan inspirados que empezaron a ayudarlos. Algunos donaban dinero, otros ofrecían ingredientes para las galletas. Con cada venta, sus ahorros crecían.
"¡Estamos más cerca de nuestro sueño!" - exclamó Pedro con entusiasmo.
Pero un giro inesperado llegó cuando, un día, María se dio cuenta de que el mapa estaba desapareciendo poco a poco.
"Pedro, el mapa se está desvaneciendo, ¡no podemos dejar que eso pase!" - gritó, alarmada.
"Debemos hacer algo para mantenerlo vivo. Cada vez que aprendamos algo nuevo sobre un lugar, debemos dibujar algo en el mapa" - sugirió Pedro, optimista.
Así que cada vez que descubrían un dato interesante, lo dibujaban en el mapa. Dibujaron un sol cuando aprendieron sobre las playas de Brasil, un sombrero cuando leyeron sobre el Día de los Muertos en México, y un dragón cuando escucharon cuentos sobre las leyendas de China.
Gradualmente, el mapa cobró vida. Los lugares y curiosidades que habían aprendido comenzaban a brillar y sus colores eran más vibrantes.
"Mirá, ya no se está desvaneciendo. ¡Lo estamos llenando!" - gritó María, saltando de alegría.
Finalmente, después de un año de esfuerzo y aprendizaje, lograron juntar suficiente dinero para hacer su primer viaje. Decidieron visitar Brasil, un país que había estado presente en sus estudios.
El día del viaje llegó y María y Pedro estaban llenos de alegría.
"¡Estamos listos! ¡Es hora de nuestra aventura!" - dijo María mientras abrazaba su mochila llena de sueños.
"No puedo creer que lo estamos haciendo. ¡Viajaremos como los grandes exploradores!" - añadió Pedro con una gran sonrisa.
Cuando llegaron a Brasil, no solo vieron las hermosas playas y la selva, sino que también hicieron nuevos amigos. Aprendieron danzas locales, probaron la feijoada y celebraron el carnaval.
"¡Esto es asombroso!" - gritó María mientras bailaban al son de la samba.
Poco a poco, sus corazones se llenaron de la magia de viajar. No solo habían cumplido su sueño, sino que también habían aprendido la importancia de la amistad, el trabajo en equipo y el valor del conocimiento.
De regreso a casa, su mapa brillaba con colores vibrantes, lleno de recuerdos y aprendizajes.
"¿Qué viaje hacemos después?" - preguntó Pedro.
"¡Las posibilidades son infinitas!" - respondió María, sonriendo.
Y así, con el mapa en sus manos y los corazones llenos de inspiración, sabían que este era solo el comienzo de muchas más aventuras por el mundo que estaban por venir.
FIN.