Un viaje por los cambios en la constitución de Colombia


En un país muy lejano, llamado Colombia, vivían dos niños curiosos y soñadores: Martina y Tomás. Un día, mientras estudiaban en la escuela, su maestra les explicó que la constitución de su país estaba por cambiar. Martina y Tomás se sorprendieron y se preguntaron qué significaba eso.

- ¿Maestra, qué es una constitución? - preguntó Martina con fascinación.

- La constitución es como las reglas que indican cómo debe funcionar un país, protegiendo los derechos de todas las personas que viven en él - respondió la maestra con paciencia.

Los niños asintieron con curiosidad. Decidieron investigar más sobre el tema y descubrieron que cada tanto tiempo, la constitución de un país puede cambiar para adaptarse a las necesidades de la sociedad.

- ¡Qué interesante! - exclamó Tomás emocionado.

Martina propuso que realizaran un viaje imaginario para ver cómo había cambiado la constitución de Colombia a lo largo del tiempo. Los niños cerraron los ojos y de repente se vieron transportados a distintas épocas de la historia de su país.

En su viaje, vieron que en 1886 se había establecido una constitución que determinaba que el presidente tendría un período de seis años, pero no podía ser reelegido. Después, en 1991, una nueva constitución había traído importantes cambios, reconociendo la diversidad étnica y cultural del país y estableciendo derechos para todos.

Los niños estaban asombrados por todo lo que habían aprendido. Al regresar a su realidad, se dieron cuenta de la importancia de estar informados sobre los cambios en la constitución de su país. Decidieron contarle a sus amigos lo que habían aprendido y juntos escribieron un cuento para explicar cómo la constitución estaba en constante evolución para garantizar una sociedad más justa y equitativa. Desde ese día, Martina y Tomás se convirtieron en defensores de la importancia de conocer y participar en los cambios de la constitución.

Y así, con cada nueva generación, la constitución seguiría evolucionando para reflejar los valores y necesidades del pueblo colombiano.

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