Una Amistad en el Bosque



Melodi estaba muy emocionada por visitar a su abuela como cada año. Le encantaba pasar tiempo con ella, escuchar sus historias y disfrutar de las deliciosas galletas que siempre preparaba.

Pero este año, algo inesperado sucedió en el camino hacia la casa de su abuela. Mientras caminaba por el bosque, Melodi escuchó risas y cantos a lo lejos. Intrigada, decidió seguir el sonido y pronto se encontró con una chica llamada Cuculoca.

Esta chica tenía una sonrisa radiante y unos ojos brillantes que parecían destellos de luz. "¡Hola! Soy Cuculoca, ¿y tú?" -dijo la chica con entusiasmo. "Hola, soy Melodi. Estoy camino a visitar a mi abuela.

¿Qué haces aquí en medio del bosque?" -preguntó Melodi curiosa. Cuculoca explicó que vivía en el bosque y que le encantaba explorar y descubrir nuevas cosas cada día.

Melodi quedó impresionada por la valentía y alegría de Cuculoca, así que decidieron continuar juntas hacia la casa de la abuela. Durante el camino, compartieron anécdotas, jugaron juegos divertidos e incluso ayudaron a un pajarito herido a regresar a su nido.

La amistad entre Melodi y Cuculoca creció rápidamente, y ambas se dieron cuenta de cuánto tenían en común a pesar de sus diferencias. Al llegar a la casa de la abuela, esta les dio la bienvenida con los brazos abiertos y les ofreció galletas recién horneadas.

Durante la merienda, Melodi presentó a Cuculoca como su nueva amiga, lo cual llenó de alegría el corazón de todos.

Con el paso de los días, Melodi aprendió muchas cosas nuevas gracias a Cuculoca: cómo apreciar las pequeñas maravillas de la naturaleza, cómo ser valiente frente a los desafíos y sobre todo, cómo ver siempre el lado positivo de las cosas. Cuando llegó el momento de despedirse para regresar a casa, Melodi se sintió nostálgica pero llena de gratitud por haber conocido a Cuculoca.

Sabía que esa amistad perduraría para siempre en su corazón.

Y así fue como una simple visita anual se convirtió en una aventura inolvidable llena de enseñanzas sobre amistad, valentía y alegría; demostrando que los verdaderos tesoros se encuentran en los momentos compartidos con quienes más queremos.

FIN.

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