Una amistad especial
Había una vez una tortuga llamada Margarita que vivía en un hermoso jardín. Margarita era muy curiosa y siempre estaba buscando nuevas aventuras. Un día, mientras exploraba el jardín, escuchó risas y voces provenientes de una casa cercana.
Intrigada, Margarita decidió seguir el sonido y descubrió que provenía de un colegio lleno de niños. La tortuga se acercó con cuidado y vio a los pequeños jugando y aprendiendo juntos.
Margarita sintió una gran emoción al verlos tan felices. La maestra del colegio, la señorita Carolina, notó la presencia de Margarita e invitó amablemente a la tortuga a unirse a ellos. Todos los niños estaban emocionados por tener a Margarita como compañera.
Desde ese día, Margarita asistió al colegio todos los días junto a sus nuevos amigos. Aunque no podía correr ni saltar como ellos, su lentitud no era un obstáculo para disfrutar de las actividades escolares.
Un día, mientras estaban en clase de ciencias naturales, la señorita Carolina les habló sobre el ciclo de vida de las mariposas. Los niños se emocionaron mucho con la idea de criar sus propias mariposas en clase.
"¡Sería increíble ver cómo nacen las mariposas desde larvas hasta convertirse en hermosos insectos!"- exclamó Facundo entusiasmado. La señorita Carolina les explicó que necesitarían plantas especiales para alimentar a las larvas y luego esperar pacientemente hasta que se convirtieran en crisálidas.
Margarita, que estaba escuchando atentamente, decidió ayudar a sus amigos. La tortuga se ofreció a llevar las hojas de plantas necesarias para alimentar a las larvas desde el jardín hasta el colegio. Todos los niños estaban asombrados por la generosidad y dedicación de Margarita.
Los días pasaron y las larvas comenzaron a convertirse en crisálidas, llenando la clase de emoción y expectativa. Finalmente, llegó el momento tan esperado: las mariposas comenzaron a salir de sus capullos.
Margarita estaba emocionada al ver cómo los niños observaban maravillados cómo las pequeñas criaturas volaban por primera vez. Fue un momento mágico que nunca olvidarían. Desde ese día, Margarita se convirtió en la mascota del colegio.
Los niños aprendieron muchas cosas importantes junto a ella, como ser pacientes, amables y respetuosos con todos los seres vivos. También descubrieron que no importaba si alguien era diferente o más lento, lo importante era valorar su contribución y aprender juntos.
Con el tiempo, Margarita se convirtió en una tortuga muy querida por todos en el colegio. Los niños le construyeron un hogar especial dentro del jardín del colegio donde podía descansar y disfrutar de su compañía.
Y así fue como La tortuga Margarita encontró su lugar en el mundo escolar, enseñando importantes lecciones sobre amistad, aceptación y amor hacia todos los seres vivos.
FIN.