Una Amistad Especial


Había una vez en un pequeño pueblo, un niño llamado Tomás que era conocido por ser un verdadero terror.

Siempre causaba problemas en la escuela y en el vecindario, haciendo travesuras y molestando a todos los que se cruzaban en su camino. Un día, la directora de la escuela decidió traer a la institución a un perro muy especial llamado Rocky.

Rocky era un perro entrenado para ayudar a los niños con problemas de comportamiento, y la directora esperaba que pudiera hacer algo por Tomás. Al principio, Tomás no estaba muy interesado en el perro. Pensaba que no había nada que pudiera cambiarlo. Pero Rocky resultó ser diferente a cualquier otro perro que hubiera conocido.

Tenía unos ojos dulces y una paciencia infinita. Un día, durante el recreo, Tomás se acercó a Rocky mientras este descansaba bajo un árbol.

El niño comenzó a hablarle al perro sobre sus problemas y frustraciones, algo que nunca antes se había atrevido a hacer con nadie. "¿Por qué siempre hago todo mal? ¿Por qué nadie me entiende?", le preguntó Tomás a Rocky con lágrimas en los ojos.

Rocky simplemente lo miraba fijamente, como si entendiera cada palabra que decía el niño. Sin juzgarlo ni regañarlo. Los días pasaron y Tomás empezó a pasar más tiempo con Rocky. Aprendió a cuidarlo, darle de comer y jugar con él.

Poco a poco, fue notando cambios en su actitud. Ya no buscaba meterse en problemas o molestar a los demás como solía hacerlo. Un día, durante una clase de arte, la maestra les pidió dibujar algo que representara lo más importante para ellos.

Todos los niños comenzaron a dibujar sin dudarlo, excepto Tomás quien parecía bloqueado frente al papel en blanco. Fue entonces cuando recordó todo lo compartido con Rocky y cómo había cambiado desde su llegada.

Con determinación tomó sus crayones y comenzó a dibujar: una figura grande y peluda junto a otra más pequeña tomados de la mano bajo un hermoso arcoíris.

Al terminar su dibujo, todos quedaron sorprendidos al verlo: era una representación perfecta de él mismo junto al fiel amigo que había encontrado en Rocky. La maestra se acercó emocionada "Tomás, este es uno de los mejores trabajos que has hecho hasta ahora", le dijo sonriendo.

Tomás sintió un cálido orgullo invadir su pecho al darse cuenta del cambio positivo que había experimentado gracias al amor incondicional de un simple pero extraordinario perro como Rocky.

Y así fue como gracias al cariño y comprensión de su nuevo amigo canino, Tomás aprendió el valor de la amistad, la importancia del respeto hacia los demásy descubrió dentro de sí mismouna nueva forma de serque lo llevó por buen caminohasta lograr crecercomo persona ejemplarque supo vencersus miedos sin titubear.

Y colorín colorado, este cuento ha terminado, pero siempre recordaremosque incluso ante las dificultades, siempre hay alguien especial que nos ayuda a encontrar nuestra mejor versión interior.

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