Una Amistad Inesperada
Era una hermosa mañana en el bosque, y el Pato, con su plumaje brillante, nadaba feliz en un estanque. De repente, oyó un ruido entre los arbustos y decidió investigar. - ¿Quién anda ahí? - preguntó el Pato, curioso. Para su sorpresa, apareció un Zorro con un aire astuto. - ¡Hola, Pato! Soy el Zorro de este bosque. ¡He oído que tienes un estanque maravilloso! , dijo el Zorro con una sonrisa. Aunque el Pato era un poco desconfiado, decidió invitar al Zorro a disfrutar del agua mientras conversaban.
El Zorro, encantado por la invitación, se acercó al estanque. Cuando se sentó al borde, comenzó a contarle al Pato historias increíbles sobre otros animales del bosque. - Hay tanta vida en este lugar, Pato. ¿Sabías que el Gato siempre intenta atrapar alguna mariposa y nunca lo logra? - dijo el Zorro riendo. El Pato se divirtió mucho escuchando esas historias y se sintió feliz de haber conocido a alguien tan divertido. Sin embargo, no podía dejar de pensar: ¿será el Zorro realmente un buen amigo?
Mientras el día avanzaba, el Zorro decidió unirse al Pato en el agua. - ¡Esto es genial! , exclamó el Zorro chapoteando. Pero el Pato notó que el Zorro no sabía nadar muy bien y, de repente, el Zorro comenzó a hundirse. - ¡Ayuda, Pato! - gritó el Zorro asustado. Sin pensarlo dos veces, el Pato se lanzó al agua y nadó hacia él. - ¡Agárrate de mi espalda! - le dijo el Pato con firmeza, y juntos nadaron de vuelta a la orilla.
Al llegar a la orilla, el Zorro respiró aliviado. - ¡Gracias, Pato! No sabía que me metería en problemas. Nunca pensé que necesitaría tu ayuda. - dijo el Zorro, un poco avergonzado. El Pato sonrió y le respondió: - Todos necesitamos un amigo, Zorro. A veces, las primeras impresiones no son las que parecen. Desde ese día, el Zorro y el Pato se volvieron grandes amigos, aprendiendo el uno del otro y disfrutando de las maravillas del bosque juntos.
FIN.