Una Amistad Inquebrantable



Había una vez un pequeño gatito llamado Garfield que había sido abandonado en la calle. Él estaba muy triste y se sentía solo porque no tenía a nadie con quien jugar o compartir su comida.

Un día, mientras Garfield estaba buscando algo para comer, apareció un perrito llamado Milo. "Hola amigo", dijo Milo con una sonrisa en su rostro.

"¿Qué haces aquí todo solo?"Garfield le explicó que había sido abandonado y que no tenía a nadie con quien jugar. Milo sintió mucha pena por el pequeño gatito y decidió adoptarlo aunque fuera un perro, así que lo llevó a casa. "¡Mira mamá!", exclamó Milo al entrar a su casa.

"Encontré un amigo para mí". La mamá de Milo quedó sorprendida al ver a Garfield pero ella también sintió compasión por él y decidió ayudarlos. "Milo, ¿por qué no le das un nombre?", preguntó la madre de Milo.

"Puede ser como uno de los estados de Estados Unidos". Entonces, Milo pensó en Michigan y decidió llamar al gatito Michigan. Desde ese día en adelante, Michigan vivió feliz junto a Milo. Comían juntos, jugaban juntos e incluso dormían juntos.

Pero pronto se dieron cuenta de que necesitaban más amigos como ellos. Una tarde mientras paseaban por el parque encontraron otros perros y gatos jugando juntos. Michigan y Milo querían hacer nuevos amigos así que decidieron acercarse.

"¡Hola! Somos Michigan y Milo", dijeron ambos animales al presentarse ante los demás animales del parque. "¡Bienvenidos!", dijo un perro llamado Rocky. "¿Quieren jugar con nosotros?"Michigan y Milo se emocionaron mucho al escuchar esto.

Desde ese día, Michigan y Milo hicieron muchos amigos nuevos en el parque. Pero un día, mientras jugaban juntos, algo inesperado sucedió. Un gato grande y malvado apareció en el parque y comenzó a molestar a los demás animales.

"¡Dejen de jugar! ¡Este es mi territorio!", gritó el gato malvado. Michigan y Milo no sabían qué hacer. Pero entonces recordaron que siempre debían estar juntos para poder superar cualquier obstáculo.

"¡No te tienes que preocupar por nosotros!", dijeron ambos animales al gato malvado. "Nosotros somos más fuertes cuando estamos juntos". El gato malvado se sorprendió al escuchar esto pero después de pensar por un momento decidió irse del parque sin causar más problemas.

Desde ese día en adelante, Michigan y Milo supieron que siempre debían estar juntos para poder superar cualquier problema o dificultad que pudiera aparecer en sus vidas.

Y así fue como Michigan aprendió la importancia de tener amigos verdaderos como Milo, quienes siempre están dispuestos a ayudarte sin importar lo difícil que sea la situación.

FIN.

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