Una amistad inquebrantable

Había una vez un gatito bebé llamado Mimoso que había sido abandonado en una feria de venta de animales. Estaba muy asustado y triste, pero afortunadamente, una niña llamada Sofía lo vio y sintió mucha compasión por él.

Sofía se acercó al puesto donde estaba el gatito y le preguntó al vendedor qué pasaría con él si nadie lo adoptaba.

El vendedor le dijo que probablemente lo llevarían a un refugio para animales, pero que no podía garantizar su futuro. Sofía se entristeció al escuchar eso y decidió hacer algo al respecto. Sin dudarlo, pidió a sus padres que compraran al gatito para poder llevárselo a casa y cuidarlo como se merecía.

Al principio, sus padres dudaron un poco debido a la responsabilidad que implicaba tener una mascota, pero al ver la determinación y el amor en los ojos de Sofía, finalmente aceptaron. Desde ese día, Mimoso se convirtió en parte de la familia de Sofía.

Ella lo cuidaba con mucho cariño, le daba comida deliciosa y jugaba con él todo el tiempo. El gatito estaba muy feliz de haber encontrado un hogar lleno de amor y ternura.

"¡Mimoso, eres el mejor regalo que he recibido! Prometo siempre cuidarte y protegerte", decía Sofía mientras abrazaba a su animal amigo. Los días pasaban y la conexión entre Sofía y Mimoso crecía más fuerte cada vez.

Pero un día, cuando estaban paseando por el parque, Mimoso se escapó asustado por un perro grande que se acercaba corriendo hacia ellos. Sofía entró en pánico al ver cómo su amigo corría desesperado sin mirar atrás.

Corrió tras él gritando su nombre hasta que finalmente logró alcanzarlo escondido debajo de unos arbustos. "Tranquilo Mimoso, aquí estoy yo contigo. Nada malo te va a pasar", susurró Sofía mientras acariciaba suavemente al gatito para calmarlo.

Desde ese día, Mimoso aprendió a confiar aún más en Sofía sabiendo que ella siempre estaría allí para protegerlo. Juntos vivieron muchas aventuras emocionantes e inolvidables que fortalecieron su amistad cada vez más.

Y así fue como el gatito bebé adoptado en una feria de venta de animales encontró no solo un hogar cálido y amoroso sino también una compañera fiel para toda la vida en la dulce niña llamada Sofía.