Una Amistad Sin Fronteras
En una casa colorida en Estados Unidos, vivía un niño llamado Tommy, que tenía cinco años. Desde que era un bebé, Pilar había llegado desde Argentina para ser su au pair. Con su risa contagiosa y su manera de contar cuentos, Pilar se había convertido en la mejor amiga de Tommy. Juntos habían compartido risas, juegos y muchas aventuras.
Un día, mientras jugaban en el jardín, Tommy notó que Pilar parecía un poco triste.
"Pilar, ¿por qué te ves así?" - preguntó Tommy, con sus grandes ojos curiosos.
"Es que me estoy preparando para volver a Argentina, Tommy. Solo me quedan unos meses aquí..." - respondió Pilar, con un nudo en la garganta.
"¡Pero no quiero que te vayas!" - exclamó Tommy, abrazando a Pilar con todas sus fuerzas.
"Yo tampoco quiero irme, pero mi familia me espera allá. No te preocupes, siempre seremos amigos" - intentó calmarla Pilar.
Tommy, sintiéndose más decidido que nunca, se le ocurrió una idea.
"Tenemos que hacer un plan para mantenernos en contacto. ¡Podemos escribirnos cartas y hacer videollamadas!" - sugirió emocionado.
"¡Eso es una excelente idea, Tommy! Además, podemos compartir historias y aventuras, aunque estemos lejos" - afirmó Pilar, sonriendo.
Mientras los días pasaban, Pilar y Tommy hicieron un cuento en el que exploraban distintos lugares en su imaginación.
"¿Y si viajamos a la Selva Argentina y vemos los animales?" - propuso Tommy.
"Sí, y después podríamos escalar el Aconcagua, ¡el pico más alto de América!" - respondió Pilar, con la mirada brillante.
Crearon un mapa ficticio donde cada lugar que imaginaban estaba lleno de colores y dibujos. Desde la jungla con animales hasta montañas llenas de aventuras, lo pintaron todo.
"Este será nuestro viaje por siempre, Tommy. Donde tú estés, yo estaré, porque nuestras historias nunca se separarán" - dijo Pilar con cariño.
Se acercaba el día de la despedida. Tommy decidió organizar una fiesta de despedida llena de sorpresas.
"¡Pilar! Estoy preparando algo especial para ti en el parque el próximo sábado" - comentó Tommy.
"¿Qué es?" - preguntó Pilar, intrigada.
"¡Es una fiesta! Quiero celebrar todo lo que hemos compartido" - afirmó Tommy con entusiasmo.
El sábado llegó y Tommy, con la ayuda de su familia, preparó globos, juegos y su torta favorita. Cuando Pilar llegó, se sorprendió al ver todos a su alrededor.
"¡Oh, Tommy! Esto es hermoso" - dijo Pilar, emocionada.
Los dos disfrutaron de la tarde entre risas, juegos y cuentos sobre su futuro juntos.
"¡Prometeme que siempre seremos amigos!" - pidió Tommy, con una voz seria.
"Por supuesto, siempre seremos amigos, sin importar la distancia" - reafirmó con fuerza Pilar.
Finalmente, llegó el día del viaje. Tommy no podía contener las lágrimas.
"¿Y si nunca puedo verte otra vez?" - preguntó Tommy con desesperación.
"¡No digas eso! Siempre estaré contigo en tu corazón. Aunque esté lejos, nuestra amistad siempre vivirá" - aseguró Pilar.
Establecieron un rincón especial en las habitaciones de cada uno, lleno de dibujos, cartas y recuerdos que compartían. Así, cada vez que miraban ese lugar, sentían que estaban juntos.
"Cada vez que nos sintamos solos, solo tenemos que mirar aquí y recordar todas nuestras aventuras" - mencionó Pilar, reconfortando a Tommy.
"¡Sí! Es como tener un pedacito de vos siempre conmigo" - sonrió Tommy, sintiéndose más alegre.
Los meses pasaron, y aunque la distancia era difícil, mantenerse en contacto les ayudó a fortalecer su lazo.
"Hoy escribí sobre el tigre que vi en la selva de Argentina" - le contó Tommy en una videollamada.
"¡Cuéntame más! Yo pinté un loro precioso que vuela sobre la selva" - dijo Pilar, llena de emoción.
Así, aunque la distancia nunca fue fácil, la amistad de Pilar y Tommy prosperó, demostrando que a veces, las separaciones no significan un final, sino un nuevo comienzo para seguir juntos, siempre más allá de las fronteras.
Y así, en cada carta, en cada llamada, sus corazones seguían siendo inseparables, llenando el mundo de su imaginativa amistad.
FIN.