Una Aventura en el Bosque


Se acercaba el verano y los mellizos, Lautaro y Lucía, estaban muy emocionados porque iban a ir juntos al campamento de verano por primera vez.

Habían escuchado muchas historias divertidas de sus amigos que ya habían ido y no podían esperar para vivir su propia aventura. El día del viaje llegó y los hermanos se subieron al autobús con sus mochilas llenas de ropa, juegos y golosinas.

El camino era largo pero ellos se entretenían viendo las montañas y los árboles que pasaban rápidamente por la ventana. Finalmente llegaron al campamento, un lugar rodeado de naturaleza con cabañas de madera donde dormirían durante su estadía.

Los niños conocieron a sus compañeros de cabaña y comenzaron a hacer amigos enseguida. La primera actividad del día era una caminata por el bosque. Lautaro estaba muy emocionado porque le encantaba explorar mientras que Lucía estaba un poco asustada por lo desconocido del lugar.

Pero ambos decidieron aventurarse juntos en la caminata. Después de un rato caminando, Lautaro notó que se había separado del grupo sin darse cuenta. Intentó volver sobre sus pasos pero todo parecía igual en ese bosque tan grande y frondoso.

"Lucía, ¿dónde están los demás? Me parece que nos perdimos", dijo Lautaro preocupado. "¿Perdimos? No puede ser ¡no quiero quedarme aquí sola!", respondió Lucía asustada.

Luego de unos minutos buscando sin éxito el camino correcto, encontraron una señal que indicaba un sendero hacia el lago. Decidieron seguirlo y finalmente llegaron a una hermosa laguna rodeada de árboles. Allí encontraron a otros dos niños que también se habían perdido. "Hola, ¿ustedes también se perdieron?", preguntó Lautaro.

"Sí, no sabemos cómo volver", respondió uno de los niños. Los cuatro niños comenzaron a hablar y descubrieron que tenían muchas cosas en común, como su amor por los animales y sus ganas de conocer lugares nuevos.

Decidieron explorar juntos la zona alrededor del lago mientras esperaban ser encontrados por los monitores del campamento. Mientras tanto, en el campamento todos estaban preocupados porque no habían podido encontrar a los cuatro niños.

Los monitores organizaron una búsqueda con ayuda de la policía local para encontrarlos lo antes posible. Después de varias horas caminando sin rumbo fijo, Lautaro vio un helicóptero acercándose. Era el equipo de rescate que había venido a buscarlos.

Los niños agitaron sus brazos para llamar su atención y finalmente fueron rescatados sanos y salvos.

De vuelta en el campamento, todos los padres estaban allí esperándolos con ansias junto con los monitores quienes les dieron un gran abrazo al verlos llegar sano y salvo después del accidente. A partir de ese momento, Lautaro y Lucía aprendieron la importancia de estar siempre alerta cuando se aventuran fuera del camino marcado pero también aprendieron que pueden superar cualquier obstáculo si trabajan juntos como equipo.

Y así fue como terminaron su aventura de campamento, más unidos que nunca y con una historia emocionante para contar.

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