Una Aventura en el Bosque
Era un hermoso día de vacaciones cuando mi familia decidió que sería divertido ir al bosque. Mi papá, mi mamá, mi hermana Clara y yo, nos levantamos temprano, preparamos unas ricas tortas de chocolate y las metimos en una mochila junto con agua y fruta.
">¡Qué ganas de explorar!" - exclamé al salir de casa.
"Yo tengo mi lupa y mi cuaderno de dibujos, ¡voy a descubrir muchos insectos!" - dijo Clara, con una sonrisa de emoción.
Cuando llegamos al bosque, el aire fresco nos dio la bienvenida. Los árboles eran altos y verdes, y el suelo estaba cubierto de hojas crujientes. Mi papá nos propuso hacer un juego.
"Vamos a ver quién puede encontrar el árbol más raro. ¡El que gane elige el lugar de picnic!" - dijo.
"¡Acepto el desafío!" - respondí yo, ansioso.
Comenzamos a buscar y pronto Clara gritó:
"¡Miren este árbol! Tiene una forma rarísima, parece un dragón dormido!" - y señalaba a un gran árbol retorcido.
"¡Es asombroso!" - coincidí. "Pero creo que el mío es aún más extraño."
"¿Cómo es?" - preguntó Clara, intrigada.
"Encontré un árbol que parece tener una puerta. Tal vez sea un hogar para animales mágicos!" - contesté, saliendo corriendo hacia donde estaba el árbol.
Cuando llegamos, vi lo que parecía una entrada pequeña en la base del tronco. Miré por la puerta y, para mi sorpresa, vi unos ojos brillantes que me miraban.
"¡Papá, hay algo adentro!" - grité.
"No te acerques demasiado. Puede ser un animal salvaje" - advirtió mi papá.
Pero mi curiosidad era más fuerte. Me acerqué lentamente y, para mi asombro, era un pequeño zorro que se asomaba. Estaba muy curioso y no parecía asustado. Clara, emocionada, dibujó al zorro en su cuaderno.
"¡Es hermoso!" - dijo ella mientras pintaba.
Entonces, el zorro salió completamente de su escondite y se acercó a nosotros. Se quedó mirando, como si quisiera jugar.
"Quizás está solo y busca amigos" - propuse.
"No lo sé, podríamos dejarle un poco de comida para que no se sienta solo" - sugirió mamá, sacando un poco de galletas de la mochila.
Dejamos algunas galletas cerca del árbol, y cuando nos alejamos un poco, vimos cómo el zorro se acercaba tímidamente a probarlas.
"¡Miren! ¡Se siente confiado!" - exclamó Clara.
Decidimos continuar nuestra exploración, pero siempre con la idea de no molestar al zorro. Mientras caminábamos, encontramos un arroyo brillante, donde los peces nadaban alegremente.
"¡Vamos a hacer barcos de papel!" - propuse.
"Buena idea, pero primero hay que hacer que floten sin hundirse" - dijo mi papá, mientras nos explicaba cómo origami con hojas.
Hicimos barcos del mismo color que los peces y los tiramos al agua. Fue emocionante verlos navegar.
A medida que el sol comenzaba a ocultarse, decidimos buscar un lugar para nuestro picnic. De repente, comenzamos a escuchar un sonido diferente, un murmullo suave.
"¿Qué es eso?" - pregunté, sintiendo un escalofrío de emoción.
"Suena como un canto, quizás haya un grupo de aves cantando" - contestó mamá, alentándonos a acercarnos al origen del sonido.
Al llegar, descubrimos un claro donde un grupo de pájaros de colores brillantes se posaba en los árboles, cantando en armonía.
"¡Es la orquesta del bosque!" - exclamó Clara.
Nos sentamos en el suelo, disfrutando del fresco aire y la música, mientras sacábamos las tortas de chocolate. El canto en el fondo parecía hacer los sabores aún más dulces.
"Esta ha sido la mejor aventura de nuestras vacaciones" - dije, sintiéndome muy feliz.
Al caer la tarde, decidimos volver hacia el árbol del zorro para ver si estaba allí. Y para nuestra alegría, lo encontramos jugando con un grupo de amigos: un pequeño conejo y un pájaro.
"¡Mira! Tiene nuevos amigos!" - dijo Clara emocionada.
Nos despedimos de ellos, sabiendo que habíamos hecho un buen trabajo al cuidar la naturaleza y a sus habitantes.
"Este bosque está lleno de magia, ¡y nosotros hemos sido parte de ella!" - reflexioné mientras nos alejábamos, ya esperando la próxima aventura.
Y así, regresamos a casa, sabiendo que lo mejor de las vacaciones no son solo los lugares que visitamos, sino los momentos que compartimos juntos en familia. RECORRER ARRIBOS QUE NUBLO EL RECUERDO EN NUESTROS CORAZONES.
FIN.