Una Aventura en el Cielo



En una galaxia muy lejana, el Sol brillaba con todo su esplendor en el cielo. Sin embargo, la Luna y las Estrellas se sentían un poco tristes, ya que pensaban que nadie las notaba.

Un día, la Luna decidió que quería ser tan brillante como el Sol, y las Estrellas querían brillar aún más fuerte. - '¿Por qué el Sol recibe toda la atención? Nosotras también somos importantes', se quejó la Luna.

- 'Tal vez podríamos pedirle al Sol que nos enseñe cómo ser tan radiantes como él', propuso una de las Estrellas. Entonces, la Luna y las Estrellas se dispusieron a visitar al Sol.

El Sol los recibió con calidez y les explicó que cada uno de ellos tenía un papel especial en el cielo. - 'Yo ilumino el día, la Luna brilla por la noche, y las Estrellas adornan el cielo con su destello.

Cada uno de nosotros es único y valioso a su manera', les dijo el Sol. La Luna y las Estrellas comprendieron que no necesitaban ser como el Sol, sino que debían abrazar su propia belleza y luz.

A partir de ese día, la Luna empezó a brillar con un resplandor plateado, y las Estrellas refulgieron con destellos coloridos. Los habitantes de la Tierra se maravillaron al ver el cielo lleno de luz y color. La Luna, las Estrellas y el Sol descubrieron que juntos podían crear un espectáculo celestial asombroso.

Desde entonces, cada noche, la Luna y las Estrellas decoraban el cielo con su resplandor, mientras que el Sol iluminaba el día con su brillo radiante. Y así, aprendieron que cada uno tiene su propia luz para compartir con el mundo.

FIN.

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