Una aventura en el tiempo



Había una vez un niño llamado Benjamin, apodado —"Experimentos" , porque siempre estaba inventando cosas nuevas y emocionantes en su pequeño taller de la casa de sus abuelos.

Su primo Juan era todo lo contrario: prefería quedarse en casa jugando videojuegos y viendo televisión. Un día, Benjamin decidió invitar a su primo a su taller para mostrarle algunas de sus últimas creaciones.

Al principio, Juan se mostró un poco escéptico, pero pronto quedó impresionado por las máquinas que su primo había construido. "¡Guau! ¡Esto es increíble! ¿Cómo hiciste esto?"- exclamó Juan mientras observaba una máquina que hacía malabares con pelotas. "Bueno, tuve que hacer algunos cálculos y ajustes para asegurarme de que funcionara correctamente"- respondió Benjamin orgulloso.

Juan comenzó a pasar más tiempo en el taller de Experimentos, ayudando a construir nuevos proyectos. De repente se dio cuenta de que también podía ser creativo e ingenioso como su primo.

Juntos construyeron robots controlados por voz, cohetes impulsados por agua y muchas otras cosas fascinantes. Pero un día algo inesperado ocurrió: los abuelos anunciaron que tenían que vender la casa y mudarse a otra ciudad.

Esto significaba dejar atrás el taller donde habían pasado tantas horas juntos creando cosas maravillosas. "No quiero irme"- dijo Juan tristemente"Me gusta estar aquí contigo". "Yo tampoco quiero irme"- respondió Benjamin"Pero no podemos evitarlo". Los dos primos decidieron hacer algo especial antes de partir: crear una máquina del tiempo.

Pasaron días trabajando duro en ella, y finalmente, la máquina estaba lista. "¿Estás seguro de que esto funcionará?"- preguntó Juan nervioso. "Solo hay una forma de averiguarlo"- respondió Benjamin con determinación.

Los dos niños subieron a la máquina del tiempo y comenzaron a girar las ruedas. De repente, se encontraron viajando por el tiempo, pasando por momentos importantes de sus vidas juntos.

Vieron el día en que construyeron su primer robot juntos, el momento en que descubrieron cómo hacer explotar un globo con bicarbonato de sodio y vinagre, y muchos otros recuerdos felices.

Cuando regresaron al presente, los primos se dieron cuenta de algo importante: aunque tendrían que dejar atrás su taller y su hogar actual, siempre tendrían esos recuerdos para recordarlos. Y también sabían que podrían seguir siendo creativos e ingeniosos dondequiera que fueran. "Gracias por mostrarme lo divertido que puede ser crear cosas nuevas"- dijo Juan sonriendo"Nunca lo habría descubierto sin ti".

"¡No hay problema! Siempre podemos encontrar maneras de seguir inventando cosas juntos"- respondió Benjamin emocionado. Así fue como los primos aprendieron sobre la importancia de ser creativos e ingeniosos, incluso cuando las cosas no salen como uno quiere.

Juntos demostraron cómo pueden superarse obstáculos y crear cosas maravillosas si trabajan juntos.

FIN.

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