Una Aventura en la Naturaleza



Había una vez un pequeño niño llamado Lucas que decidió ir de camping con sus abuelos, Marta y Juan. Se emocionó mucho porque nunca había acampado antes. Cuando llegaron al camping, Lucas quedó asombrado por la belleza del lugar. El olor a pino fresco flotaba en el aire, y el sonido del río cercano le daba una sensación de paz

"¡Mirá, abuelita!" - dijo Lucas con entusiasmo, señalando la fogata que empezaba a crepitar bajo las llamas. "¿Podemos asar malvaviscos?"

"Claro que sí, Lucas. Pero primero, vamos a preparar nuestro desayuno" - respondió su abuela, amorosa.

Después de un rico desayuno de huevos revueltos y carne, Lucas sintió que tenía energía de sobra. Mientras su abuelo Juan se encargaba de la fogata, él corrió hacia el río, donde pronto comenzó a lanzar piedritas al agua. Cada piedra que caía producían un suave chapoteo.

"¡Escuchá cómo suena!" - gritó feliz, "Es como música que hace la naturaleza."

Su abuelita sonrió al ver lo feliz que estaba y se unió a él.

"Cada piedra que tirás hace que el río cuente su propia historia" - le dijo Marta, con una mirada sabia. "Los ríos son como libros que narran aventuras de todos los días. ¿Querés que te cuente alguna?"

Lucas asintió con curiosidad.

"Había una vez un pez llamado Dario que soñaba con explorar el mundo fuera del río. Decidió aventurarse y, sorprendentemente, conoció a una tortuga anciana que vivía en la orilla. Ella le dijo que siempre había que tener cuidado con los peligros, pero que explorar era importante para aprender."

"¿Y qué pasó después?" - preguntó Lucas, intrigado.

"Dario, al final, trabajó en equipo con sus amigos, y juntos lograron salir a explorar y regresar sanos y salvos. ¡Aprendieron que la amistad y compartir eran la clave para cualquier aventura!" - explicó su abuela.

Lucas, emocionado por la historia, decidió que quería ser como Dario. Quería tener aventuras, pero también quería ser cuidadoso. ¡Más tarde esa mañana, se llevó a su abuelo Juan a pescar!

Mientras intentaban pescar, Lucas le dijo a su abuelo:

"Abuelo, a veces me da miedo enfrentar cosas nuevas."

"Es normal tener miedo, Lucas. Lo importante es aprender a afrontarlo. Uno se siente valiente cuando está rodeado de aquellos que ama, como yo, tu abuela o tus amigos. Así que no te preocupes, siempre estaré aquí para ayudarte." - respondió Juan, dándole una palmadita en la espalda.

En ese momento, Lucas sintió que podía enfrentar cualquier desafío. Con la ayuda de su abuelo, logró atrapar un pez pequeño que celebraron juntos.

"¡Lo atrapaste, Lucas!" - exclamó Juan, aplaudiendo. "Esto es sólo el comienzo de nuestras aventuras. "

Fin del día, mientras el sol se ponía y el cielo comenzaba a llenarse de estrellas, Lucas se acomodó al lado de sus abuelos junto a la fogata, disfrutando de sus malvaviscos asados.

"¿Qué vamos a hacer mañana?" - preguntó Lucas con voz soñolienta.

"Mañana veremos si podemos encontrar más tesoros en la naturaleza. Hay un sendero cerca que lleva a una cascada hermosa. ¡Es una aventura que no te podés perder!" - contestó su abuela emocionada.

"¡Sí! Quiero ver eso, abuela!" - Lucas gritó, perdiéndose en sueños de aventuras futuras.

Y así, con ganas de explorar y aprender, Lucas se durmió bajo el cielo estrellado, sintiéndose más valiente y amado que nunca.

FIN.

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