Una aventura en la oscuridad


Franco era un dinosaurio muy juguetón que vivía en el bosque junto a sus amigos, los otros dinosaurios. A él le encantaba jugar y hacer travesuras con todos sus amigos.

Un día, mientras jugaban al escondite, Franco se metió en una cueva muy oscura para esconderse. Sin embargo, cuando intentó salir de la cueva se dio cuenta de que estaba perdido y no sabía cómo volver a casa.

- ¡Ayuda! - gritó Franco - ¿Alguien puede ayudarme a salir? Pero nadie respondió. Todo el bosque parecía estar vacío y Franco estaba cada vez más asustado. De repente, escuchó un ruido extraño detrás de él.

Se dio vuelta rápidamente y vio una sombra gigante acercándose lentamente hacia él. - ¡No me comas! - gritó Franco desesperado. Pero la sombra no se detenía y seguía avanzando hacia él. Entonces, Franco cerró los ojos esperando lo peor...

Sin embargo, cuando abrió los ojos de nuevo, se encontró cara a cara con su amigo Bronti el Brontosaurio. - ¿Estás bien? - preguntó Bronti preocupado por su amigo. - Sí... gracias por salvarme - dijo Franco aliviado.

Desde ese día, Franco aprendió que siempre debía prestar atención a dónde iba para no perderse en la cueva otra vez. También aprendió que siempre podía contar con sus amigos para ayudarlo cuando lo necesitara.

A partir de entonces, cada vez que salían juntos a jugar al bosque hacían una lista de lugares seguros para jugar y evitar cualquier tipo de peligro. Franco y sus amigos aprendieron la importancia de la responsabilidad y la amistad, y que juntos podrían superar cualquier obstáculo que se les presentara en el camino.

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