Una aventura en la selva



En lo más profundo de la selva vivían Félix, un oso amistoso, y León, el rey de la selva. Ambos eran muy buenos amigos y se encargaban de cuidar la selva y todos los animales que vivían en ella.

Un día, mientras patrullaban la selva, escucharon el llanto de un niño. Rápidamente se dirigieron hacia el sonido y encontraron a un niño perdido, llamado Tomás. Tomás estaba asustado y no sabía cómo regresar a su casa. Félix y León se acercaron a él con ternura y le preguntaron qué había sucedido.

"Me separé de mis padres mientras exploraba la selva y ahora no sé cómo volver", dijo Tomás entre lágrimas.

Félix y León decidieron ayudar a Tomás a encontrar su camino de regreso a casa. Sabían que la selva podía ser peligrosa, sobre todo para un niño que no conocía sus secretos.

- Tranquilo, Tomás, estaremos a tu lado y te cuidaremos. Pero debemos ser valientes y astutos para volver a tu casa -dijo Félix con determinación.

Los tres emprendieron su aventura, enfrentando obstáculos como ríos caudalosos, árboles intrincados y animales salvajes. En cada situación, Félix y León enseñaban a Tomás cómo superar los desafíos con ingenio y valentía. Les advirtieron sobre los peligros y les mostraron cómo sortearlos.

- Recuerda, Tomás, no debes tener miedo. Si te mantienes alerta y escuchas nuestras indicaciones, podrás superar cualquier obstáculo -aconsejó León con sabiduría.

Finalmente, después de muchas aventuras, llegaron a la casa de Tomás. Sus padres, preocupados, lo abrazaron con amor y gratitud al verlo sano y salvo.

"Muchas gracias, Félix y León, por traer a nuestro hijo de regreso. No sabemos cómo agradecérselos", dijeron los padres de Tomás emocionados.

Félix y León se despidieron de Tomás con alegría, sabiendo que habían cumplido su deber de cuidar a los habitantes de la selva, incluso a un niño perdido. Tomás aprendió una gran lección durante su aventura en la selva: la importancia de la valentía, la amistad y el cuidado de la naturaleza.

Desde ese día, Tomás visitaba a Félix y León en la selva, compartiendo sus aventuras con ellos y recordando siempre las enseñanzas que le habían brindado.

FIN.

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