una aventura inolvidable


Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Sonrisa, cinco amigos muy especiales: Narizón, Ojitos, Manitas, Lenguota y Orejitas. Ellos representaban a los cinco sentidos y juntos vivían grandes aventuras.

Un día, se encontraron en el parque central para planificar un paseo. Narizón, siempre curioso, propuso que se adentraran en el bosque encantado. Todos aceptaron emocionados y pronto se adentraron entre los árboles.

- ¡Qué aroma tan delicioso! -exclamó Narizón oliendo las flores silvestres.

- Sí, son preciosas. Y miren qué lindo color tienen -dijo Ojitos emocionado.

De repente, Manitas tropezó con algo. Al recogerlo, descubrió que era una fruta madura y jugosa, y la llevó a la boca para probarla.

- ¡Qué sabor tan dulce y refrescante! -exclamó Lenguota saboreando su trozo de fruta.

En ese momento, escucharon un ruido extraño. Todos se quedaron muy quietos para escuchar.

- ¡Es el viento soplando entre los árboles! -exclamó Orejitas emocionado.

Pero de repente, un fuerte trueno retumbó y todos se asustaron. El cielo se oscureció y comenzó a llover.

- ¡Qué frío y mojados estamos! -dijo Manitas preocupado.

- No te preocupes, busquemos refugio bajo ese árbol grande -dijo Ojitos, guiando a sus amigos hacia un lugar seco.

Allí, juntos esperaron a que pasara la tormenta. Pronto, el sol salió radiante y el arcoíris apareció en el cielo.

- ¡Qué hermoso! -exclamaron todos maravillados al ver los colores del arcoíris.

Finalmente, regresaron a Villa Sonrisa, cada uno agradecido por la ayuda de sus amigos. Comprendieron lo importante que era trabajar juntos y valorar sus dones. Desde ese día, cada paseo se convirtió en una aventura inolvidable para los cinco amigos de los sentidos.

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