Una aventura junto a los Vengadores


Había una vez un niño llamado Salva, que siempre había soñado con ser un superhéroe. Él admiraba a los Vengadores y se imaginaba luchando al lado de ellos contra el mal.

Un día, mientras paseaba por el parque, Salva vio algo extraño en el cielo. Era una nave espacial que se acercaba peligrosamente a la tierra. Asustado, Salva corrió hacia su casa para avisar a sus padres y llamar a los Vengadores.

Pronto llegaron Hulk, Capitán América e Ironman. "Salva, ¿qué ha pasado?", preguntó el Capitán América. "¡Miren allá arriba! ¡Es una nave espacial!", señaló Salva.

Ironman voló hacia la nave para investigar y descubrió que era pilotada por extraterrestres malvados que querían invadir nuestro planeta. "Tenemos que detenerlos", dijo Ironman mientras regresaba junto a los demás superhéroes. "Hulk aplastará esa nave como si fuera papel", gruñó Hulk emocionado.

Pero antes de poder atacar, uno de los extraterrestres salió de la nave armado con un rayo láser. Disparó contra nuestros héroes y logró herir al Capitán América en la pierna. "Parece que no será tan fácil como pensábamos", dijo Ironman preocupado mientras ayudaba al Capitán América herido.

Salva estaba asustado pero no se rindió. Recordando las historias de sus cómics favoritos, ideó un plan: "Chicos, tengo una idea... ¿Qué tal si nos dividimos? Hulk y yo podemos distraer al extraterrestre mientras ustedes dos atacan desde otra dirección".

Los héroes aceptaron la idea de Salva y se dividieron en dos grupos. Mientras tanto, Salva corrió hacia el extraterrestre, saltando y esquivando sus disparos. "¡Hey, feo! ¡Aquí estoy!", gritó Salva para llamar la atención del extraterrestre.

Hulk aprovechó la distracción para acercarse a la nave y comenzar a golpearla con todas sus fuerzas. Ironman voló por encima de los extraterrestres mientras lanzaba rayos láser desde su armadura. El Capitán América luchaba valientemente contra el otro invasor.

Finalmente, gracias al plan de Salva y a la habilidad de los Vengadores, lograron derrotar a los extraterrestres malvados y salvar al mundo una vez más. "¡Lo hicimos!", exclamó Salva emocionado mientras abrazaba a sus nuevos amigos superhéroes.

"Salva, fuiste un verdadero héroe hoy", le dijo el Capitán América sonriendo. Desde ese día, Salva sabía que no necesitaba tener súper poderes para ser un héroe. Con valentía e ingenio podía hacer grandes cosas.

Y así fue como se convirtió en un ejemplo para todos aquellos que sueñan con ser superhéroes algún día.

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